HOTTEST
Source: Elections – nytimes.com More
new video loaded: ‘Trump Needs to Stop Caring About How He Looks’: Biden Criticizes President’s Virus Response transcript Back bars 0:00/0:55 –0:55 transcript ‘Trump Needs to Stop Caring About How He Looks’: Biden Criticizes President’s Virus Response The former vice president called President Trump’s response to the pandemic self-centered and compared him to a child. […] More
Los brasileños que votarán el domingo elegirán entre dos titanes políticos, con planes e ideologías muy distintas.RÍO DE JANEIRO — Durante la última década, Brasil ha pasado de una crisis a otra: la destrucción del medioambiente, una recesión económica, una presidenta destituida, dos presidentes encarcelados y una pandemia que mató a más personas que en cualquier otro lugar fuera de Estados Unidos.El domingo, los brasileños votarán por su próximo presidente, con la esperanza de impulsar al mayor país de América Latina hacia un futuro más estable y brillante, y decidirán entre dos hombres que están profundamente vinculados a su tumultuoso pasado.Esta elección es considerada como una de las más importantes del país en décadas, según los historiadores brasileños, en parte porque puede estar en riesgo la salud de la cuarta democracia más grande del mundo.El presidente en el poder, Jair Bolsonaro, es un populista de extrema derecha cuyo primer mandato ha destacado por su agitación y sus constantes ataques al sistema electoral. Ha despertado la indignación en su país y la preocupación en el extranjero por sus políticas que aceleraron la deforestación de la selva amazónica, su apuesta por medicamentos no probados en lugar de las vacunas contra la COVID-19 y sus duros ataques a rivales políticos, jueces, periodistas y profesionales de la salud.El contrincante, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, es un izquierdista apasionado que supervisó el auge de Brasil durante la primera década de este siglo, pero que luego fue a la cárcel acusado de corrupción. Esos cargos fueron posteriormente retirados, y ahora, tras liderar las encuestas durante meses, el hombre conocido simplemente como Lula está a punto de completar una sorprendente resurrección política.Son quizás las dos figuras más conocidas y más polarizadas de este país de 217 millones de habitantes, y durante más de un año han estado presentando a los votantes visiones muy diferentes para la nación, cuya economía ha sido golpeada por la pandemia y la inflación mundial.Bolsonaro, de 67 años, quiere vender la compañía petrolera estatal de Brasil, abrir la Amazonía a la minería, relajar las regulaciones sobre las armas e introducir valores más conservadores. Da Silva, de 76 años, promete aumentar los impuestos a los ricos para ampliar los servicios para los pobres, lo que incluye ampliar la red de seguridad social, aumentar el salario mínimo y alimentar y dar vivienda a más personas.Partidarios de Bolsonaro en Río de Janeiro. Bolsonaro ha insinuado que la única forma en que cree que perdería las elecciones es si se las roban.Dado Galdieri para The New York TimesEl eslogan de la campaña de Bolsonaro es “Dios, familia, patria y libertad”, mientras que Da Silva ha construido su discurso en torno a la promesa de garantizar que todos los brasileños puedan disfrutar de tres comidas al día, incluyendo, ocasionalmente, un corte de carne superior y una cerveza fría en un asado familiar.Sin embargo, en lugar de sus planes para el futuro, gran parte de la carrera ha girado en torno al pasado de cada candidato. Los brasileños se han alineado en uno u otro bando, basándose en gran parte en su oposición a uno de los candidatos, en lugar de su apoyo a ellos.“La palabra principal en esta campaña es rechazo”, dijo Thiago de Aragão, director de estrategia de Arko Advice, una de las mayores consultoras políticas de Brasil. “Estas elecciones son una demostración de cómo los votantes de un país polarizado se unifican en torno a lo que odian en lugar de lo que aman”.La atención del domingo —cuando un total de 11 candidatos presidenciales estarán en la boleta— no solo estará en los recuentos de votos, sino en lo que sucederá después de que se anuncien los resultados.Bolsonaro lleva meses poniendo en duda la seguridad del sistema de votación electrónica de Brasil, afirmando sin pruebas que es vulnerable al fraude y que los partidarios de Da Silva están planeando amañar la votación. Bolsonaro ha dicho, en efecto, que la única manera de que pierda es que le roben las elecciones.Inspectores del Tribunal Superior Electoral empacan las máquinas de votación después de probarlas en São Paulo. En las últimas semanas, el ejército y los funcionarios electorales acordaron un cambio en la forma en que prueban las máquinas, que según Bolsonaro no son confiables.Victor Moriyama para The New York Times“Tenemos tres alternativas para mí: la cárcel, la muerte o la victoria”, dijo a sus partidarios en enormes mítines el año pasado. “Díganles a los bastardos que nunca seré apresado”.A principios de este año, los militares comenzaron a cuestionar el sistema electoral junto con Bolsonaro, lo que suscitó la preocupación de que las fuerzas armadas podrían respaldar al presidente si se niega a admitir la derrota.Pero en las últimas semanas, los militares y los funcionarios electorales acordaron un cambio en las pruebas de las máquinas de votación y los líderes militares dicen que ahora están satisfechos con la seguridad del sistema. Los militares no apoyarían ningún esfuerzo de Bolsonaro para impugnar los resultados, según dos altos funcionarios militares que hablaron de forma anónima debido a las reglas que impiden a los funcionarios militares hablar de política. Algunos generales de alto rango también han intentado recientemente persuadir a Bolsonaro para que se rinda si pierde, según uno de los oficiales.Sin embargo, Bolsonaro no parece estar satisfecho. El miércoles, su partido político publicó un documento de dos páginas en el que afirmaba, sin pruebas, que los empleados y contratistas del gobierno tenían el “poder absoluto de manipular los resultados de las elecciones sin dejar rastro”. Los funcionarios electorales respondieron que las afirmaciones “son falsas y deshonestas” y “un claro intento de obstaculizar y perturbar” las elecciones.Bolsonaro quiere permitir más actividades mineras en la Amazonía y dice que quiere instaurar valores más conservadores.Victor Moriyama para The New York TimesEl jueves, en el último debate antes de la votación del domingo, otra candidata le preguntó directamente a Bolsonaro si aceptaría los resultados de las elecciones. No contestó, sino que insultó a la candidata, diciendo que solamente lo desafiaba porque no le había dado trabajo. (A continuación, ella le preguntó si estaba vacunado contra la COVID-19 —su gobierno consideró que su estado de vacunación era un asunto clasificado— y él respondió de forma similar).Da Silva ha mantenido una ventaja dominante en las encuestas desde el año pasado. Si ningún candidato supera el 50 por ciento de los votos el domingo, los dos primeros competirán en una segunda vuelta el 30 de octubre. Parecía que Bolsonaro y da Silva acabarían en otro enfrentamiento, pero el reciente aumento de las cifras de las encuestas de Da Silva sugiere que podría ganar directamente el domingo.Una victoria de Da Silva continuaría un cambio hacia la izquierda en América Latina, con seis de las siete naciones más grandes de la región eligiendo líderes de izquierda desde 2018. También sería un gran golpe para el movimiento global del populismo de derecha que se ha extendido en la última década. El expresidente Donald Trump es un aliado clave de Bolsonaro y ha respaldado al presidente brasileño.Un mitin de campaña de Lula da Silva en Río de Janeiro. Si no gana las elecciones en la primera ronda, habrá una segunda vuelta el 30 de octubre.Dado Galdieri para The New York TimesLas encuestas sugieren que si Da Silva gana la presidencia en la primera vuelta del domingo solo sería por un estrecho margen, lo que crearía una oportunidad para que Bolsonaro y sus partidarios argumenten que los resultados se deben a un fraude electoral.Líderes políticos y analistas creen que las instituciones democráticas de Brasil están preparadas para resistir cualquier esfuerzo de Bolsonaro para impugnar los resultados de las elecciones, pero el país se prepara para la violencia. El 75 por ciento de los partidarios de Bolsonaro dijeron a la encuestadora más prominente de Brasil en julio que tenían “poco” o ningún apoyo para los sistemas de votación.“Lo único que puede quitarle la victoria a Bolsonaro es el fraude”, dijo Luiz Sartorelli, de 54 años, un vendedor de software en São Paulo. Enumeró varias teorías de la conspiración sobre un fraude pasado como prueba. “Si quieres la paz, a veces tienes que prepararte para la guerra”.Las elecciones también podrían tener importantes consecuencias medioambientales a nivel mundial. El 60 por ciento de la Amazonía se encuentra dentro de Brasil, y la salud de la selva tropical es fundamental para frenar el calentamiento global y preservar la biodiversidad.Bolsonaro ha provocado indignación en el país y preocupación en el mundo por las políticas que aceleraron la deforestación en la selva amazónica.Victor Moriyama para The New York TimesBolsonaro ha relajado las regulaciones sobre la tala y la minería en la Amazonía y ha recortado los fondos federales y el personal de las agencias que hacen cumplir las leyes destinadas a proteger a las poblaciones indígenas y el medio ambiente.En su campaña, ha prometido aplicar estrictamente la normativa medioambiental. Al mismo tiempo, ha puesto en duda las estadísticas que muestran el aumento de la deforestación y ha dicho que Brasil debe ser capaz de aprovechar sus recursos naturales.Da Silva prometió acabar con toda la minería ilegal y la deforestación en la Amazonia y ha dicho que animará a los agricultores y ganaderos a utilizar las tierras no ocupadas que ya han sido deforestadas.Con una ventaja constante en las encuestas, Da Silva ha llevado a cabo una campaña excesivamente reacia a los riesgos. Ha rechazado muchas solicitudes de entrevistas y, la semana pasada, no acudió a un debate.Lula da Silva ha prometido aumentar los impuestos a los ricos para ampliar los servicios a los pobres.Dado Galdieri para The New York TimesPero se presentó en el debate del jueves, en el que Bolsonaro lo empezó a atacar inmediatamente. Llamó a Da Silva “mentiroso, exconvicto y traidor”. Afirmó que la izquierda quería sexualizar a los niños y legalizar las drogas. Y trató de relacionar a Da Silva con un asesinato sin resolver de hace 20 años. “El futuro de la nación está en juego”, dijo a los votantes.Da Silva dijo que el presidente mentía. “Usted tiene una hija de 10 años viendo esto”, dijo. “Sea responsable”.André Spigariol More
Scroll down for hints and conversation about the puzzle for Mon., Oct. 21, 2024.Welcome to The Wordle Review. Be warned: This page contains spoilers for today’s puzzle. Solve Wordle first, or scroll at your own risk.Wordle is released at midnight in your time zone. In order to accommodate all time zones, there will be two Wordle Reviews live every day, dated based on Eastern Standard Time. If you find yourself on the wrong review, check the number of your puzzle, and go to this page to find the corresponding review.To avoid spoiling the game for others, make sure you are posting a comment about Wordle 1,220.Need a hint?Give me a consonantSGive me a vowelOOpen the comments section for more hints, scores, and conversation from the Wordle community.Today’s DifficultyThe difficulty of each puzzle is determined by averaging the number of guesses provided by a small panel of testers who are paid to solve each puzzle in advance to help us catch any issues and inconsistencies.Today’s average difficulty is 4.2 guesses out of 6, or moderately challenging.For more in-depth analysis, visit our friend, WordleBot.Today’s WordClick to revealToday’s word is SPOON, a noun. According to Webster’s New World College Dictionary, it refers to “a utensil consisting of a small, shallow, usually oval-shaped bowl and a handle, used for picking up or stirring food, etc. as in eating or cooking.”Our Featured ArtistJeffrey Kam is a Chinese Canadian artist and illustrator based near Toronto. His work aims to use playful visual language to explore darker themes. He has collaborated with various clients in editorial, comics, publishing and music.Further ReadingSee the archive for past and future posts.If you solved for a word different from what was featured today, please refresh your page.Join the conversation on social media! Use the hashtag #wordlereview to chat with other solvers.Leave any thoughts you have in the comments! Please follow community guidelines:Be kind. Comments are moderated for civility.Having a technical issue? Use the help button in the settings menu of the Games app.See the Wordle Glossary for information on how to talk about Wordle.Want to talk about Spelling Bee? Check out our Spelling Bee Forum.Want to talk about Connections? Check out our Connections Companion.Trying to go back to the puzzle? More
More from our inbox:Expanding Advanced Placement Classes: Harmful or More Equitable?Election LessonsAmericans’ Love of Outlaws Stefani Reynolds/Agence France-Presse — Getty ImagesTo the Editor:Re “The Question of Anti-Zionism and Antisemitism,” by Charles M. Blow (column, Nov. 16):The International Holocaust Remembrance Alliance’s working definition of antisemitism, adopted by dozens of countries around the world, indeed does define anti-Zionism as antisemitism. It cites as an example of antisemitism: “Denying the Jewish people their right to self-determination, e.g., by claiming that the existence of a State of Israel is a racist endeavor.”That the Jewish people deserve the right of self-determination, after the Holocaust and the persecution throughout Arab lands for centuries, was resolved in 1948. To debate Zionism is precisely the problem facing the Jews today and most especially Israelis who live in an absurd world in which the nature of their birthright is called into question, as every single Israeli is born of Zionism.How ironic that in this day and age in the United States, where every minority is protected and words matter more than ever, it is somehow acceptable to define oneself as anti-Zionist, even if Jewish. It is offensive, absurd and deeply antisemitic.As an American Israeli, I cannot stress enough how toxic this concept is to Israelis and how it does nothing to help the cause of peace today.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.We are confirming your access to this article, this will take just a moment. However, if you are using Reader mode please log in, subscribe, or exit Reader mode since we are unable to verify access in that state.Confirming article access.If you are a subscriber, please More
World Politics
Project 2025 and Donald Trump’s Dangerous Dismantling of the US Federal Government
FO° Podcasts: Why Has Trump Deployed Thousands of National Guard Troops in Washington, DC?
Early modelling reveals the impact of Trump’s new tariffs on global economies
What consumers can expect from import taxes as the US sets new tariff rates