Una encuesta de The New York Times/Siena College revela que los demócratas están mucho peor que en el pasado con los votantes hispanos. Pero, en general, el partido ha mantenido el control sobre el electorado latino.
Han pasado casi dos años desde que Donald Trump logró algunos avances sorpresivos con los electores latinos. Pero según un nuevo sondeo de The New York Times y Siena College, no se han logrado materializar los sueños de los republicanos sobre una importante reorientación de los votantes latinos hacia las posturas de su partido sobre los problemas sociales y la delincuencia.
Este sondeo —una de las encuestas no partidistas más grandes relacionadas con los electores latinos desde las elecciones de 2020— reveló que los demócratas habían mantenido un control sobre la mayoría de los electores latinos, motivados en parte por mujeres y por la creencia de que los demócratas seguían siendo el partido de la clase trabajadora. En general, es más probable que los votantes latinos estén de acuerdo con los demócratas en muchos temas: inmigración, política sobre el control de armas, cambio climático. También es más probable que vean a los republicanos como el partido de la élite y como el movimiento que tiene posturas extremas. Además, una mayoría de los electores latinos, el 56 por ciento, piensa votar por los demócratas este otoño, en comparación con el 32 por ciento que pretende votar por los republicanos.
Pero en la consulta también se ven señales preocupantes para el futuro del mensaje de los demócratas. Pese a esa cómoda ventaja, el sondeo revela que los demócratas están mucho peor que en los años anteriores a las elecciones de 2020. Parece que los electores latinos más jóvenes, sobre todo los del sur, se están alejando del partido, un cambio que es impulsado por las enormes inquietudes en materia económica. En las elecciones intermedias de este año, deficiencias en el sur y entre los electores de las zonas rurales se podrían interponer en los triunfos importantísimos de Texas y Florida.
Anthony Saiz, de 24 años, quien reseña el contenido de una plataforma de redes sociales en Tucson, Arizona, comentó que, para salir adelante, tuvo que aceptar un segundo empleo como pizzero en una cervecería. Saiz votó por Joe Biden en 2020 y se considera demócrata porque creció dentro de una familia demócrata. Pero cree que durante el mandato de Biden el costo de la vida se duplicó, pese a que se mudó a un apartamento más pequeño.
“Las decisiones que ha tomado para el país me han puesto en una situación muy difícil”, comentó acerca del presidente.
La manera en que voten los latinos será un asunto fundamental en las elecciones de noviembre y para el futuro de la política estadounidense. La participación de los electores latinos es decisiva en la lucha por el control del Congreso y conforman una parte considerable de los votantes —hasta el 20 por ciento— en dos de los estados que más probabilidades tienen de decidir el control del Senado: Arizona y Nevada. Los latinos también representan más del 20 por ciento de los electores registrados en más de una decena de contiendas muy competitivas para la Cámara de Representantes en California, Colorado, Florida y Texas, entre otros estados.
Desde hace mucho tiempo, los demócratas han pensado que el creciente electorado latino condenaría a los republicanos, y las posibilidades de que haya un electorado cada vez más diverso han avivado las preocupaciones de los conservadores. Los resultados de las elecciones de 2020 —en las cuales, en comparación con 2016, Trump ganó más o menos unos ocho puntos porcentuales entre los votantes latinos— comenzaron a cambiar el panorama de ambos partidos. La encuesta del Times/Siena revela que siguen arraigadas las creencias y las lealtades históricas con respecto a los temas centrales, aunque hay algunos cambios que llaman mucho la atención.
Aunque las mayorías de los votantes hispanos apoyan a los demócratas en temas sociales y culturales, una parte muy considerable sigue teniendo creencias que se alinean con los republicanos: más de una tercera parte de los electores hispanos afirman que están más de acuerdo con el Partido Republicano en los temas relacionados con la delincuencia y la vigilancia policial, y a cuatro de cada diez votantes hispanos les preocupa que el Partido Demócrata haya ido demasiado lejos en materia de raza y género. Los votantes latinos consideran que los problemas económicos son el factor más importante que determinará su voto este año y están divididos de manera uniforme acerca de con qué partido están más de acuerdo en lo que se refiere a la economía.
Los electores latinos en Estados Unidos nunca han sido un bloque de votación monolítico y con frecuencia desconciertan a los estrategas políticos que tratan de entender su comportamiento. Los 32 millones de latinos que pueden votar son inmigrantes recientes y ciudadanos de cuarta generación, habitantes de las ciudades y de las zonas rurales, católicos y ateos.
Ambos partidos se han llenado de fanfarronerías y han disparado sus expectativas respecto a los votantes latinos, recaudando y gastando millones de dólares para atraer su apoyo, pero hay pocos datos concretos no partidistas que respalden sus especulaciones. La encuesta ofrece una visión de una parte del electorado que muchos estrategas han denominado como el nuevo voto indeciso y cuyas opiniones suelen ser complicadas por las contradicciones entre subgrupos.
Dani Bernal, de 35 años, que se dedica al mercadeo digital y es empresaria en Los Ángeles, dijo que alterna entre los candidatos de ambos partidos, en gran parte basándose en sus políticas económicas. Dijo que su madre llegó a Florida desde Bolivia con solo una bolsa de ropa y 500 dólares, y pudo prosperar porque los impuestos eran bajos y el costo de la vida era asequible. Bernal dijo que los temas económicos tienen una gran importancia en sus decisiones.
“Estoy registrada como republicana, pero soy exactamente igual que Florida: voy de un lado a otro”, dijo.
Los republicanos están teniendo un mejor desempeño con los votantes latinos que viven en el sur, una zona que incluye estados como Florida y Texas, donde los republicanos han logrado victorias importantes en las elecciones recientes con los votantes latinos. En el sur, 46 por ciento de los electores latinos dicen que piensan votar por los demócratas, mientras que el 45 por ciento afirman que planean votar por los republicanos. Por el contrario, en otras zonas del país, los demócratas tienen del 62 al 24 por ciento entre los electores latinos.
Es posible que una brecha generacional también lleve a los republicanos a obtener más triunfos. La encuesta reveló que los demócratas gozaban de un gran respaldo sobre todo entre los electores latinos de mayor edad, pero el 46 por ciento de los votantes menores de 30 años apoyan el manejo de la economía por parte de los republicanos, en comparación con el 43 por ciento que están a favor de los demócratas.
Los republicanos también tienen fuerza entre los varones latinos, quienes apoyan más a los demócratas en las elecciones intermedias, pero, por un margen de cinco puntos, dicen que votarían por Trump si volviera a contender en 2024. Parece que los varones jóvenes, sobre todo, están dando un giro hacia los republicanos. Son un importante punto débil para los demócratas quienes, con los varones menores de 45 años, mantienen una ventaja de solo cuatro puntos en las elecciones intermedias.
La encuesta del Times/Siena ofrece una visión de los votantes latinos que tradicionalmente han apoyado a los demócratas en el pasado pero que planean votar a los republicanos este otoño: son desproporcionadamente votantes sin título universitario que se centran en la economía, y es más probable que sean jóvenes, hombres y nacidos en Estados Unidos, pero que viven en zonas con gran presencia de hispanos.
La inmigración sigue siendo un tema primordial para los electores latinos, y ambos partidos tienen un atractivo particular. Mientras que los demócratas han presionado para reformar el sistema de inmigración legal y ofrecen una vía para que muchos inmigrantes que viven de manera ilegal en el país obtengan la ciudadanía, los republicanos se han enfocado en tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y en usar la política fronteriza para impulsar sus bases.
Los demócratas conservan una gran ventaja en el tema de la inmigración legal y el 55 por ciento de los electores latinos afirman estar de acuerdo con este partido, en comparación con el 29 por ciento que dicen estar de acuerdo con los republicanos. Pero el Partido Republicano ha avanzado cuando ha acentuado la retórica y la política antiinmigración: 37 por ciento de los electores latinos apoyan las posturas de los republicanos con respecto a la inmigración ilegal. Y aproximadamente una tercera parte de estos respalda la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
Amelia Alonso Tarancón, de 69 años, quien emigró de Cuba hace 14 años y ahora vive en las afueras de Fort Lauderdale, Florida, quiere que el Congreso le proporcione estatus legal a los trabajadores que viven en el país de manera ilegal y que han estado ahí durante décadas. Pero concuerda con los republicanos en sus posturas radicales contra la inmigración ilegal. Esta idea la motivó a votar por Trump, pese a que es una demócrata registrada.
“Sé que este país es un país de inmigrantes, pero deben migrar de forma legal”, dijo. Pero Alonso Tarancón dijo que ya no apoyaba al expresidente después de que se negó a entregar la presidencia, impulsó el ataque al Capitolio de Estados Unidos y “se llevó todos esos documentos” a Mar-a-Lago.
“No me considero ni demócrata ni republicana, ahora mismo estoy en espera hasta las próximas elecciones”, dijo.
En su esfuerzo por atraer nuevos votantes, los republicanos han criticado con frecuencia a los demócratas por ser demasiado “concienciados” o woke. Esa acusación resuena entre muchos votantes hispanos porque el 40 por ciento dice que el partido ha ido demasiado lejos al impulsar una ideología “concienciada” en materia de raza y género. Pero hay una clara división: el 37 por ciento opina lo contrario y dice que el partido no ha ido lo suficientemente lejos. Y casi uno de cada cinco votantes hispanos encuestados dijo que no sabía si los demócratas eran demasiado woke, un término que no se puede traducir fácilmente al español.
En lo que se refiere a muchos temas sociales y culturales, los electores latinos siguen estando alineados con el Partido Republicano.
La mayoría, un 58 por ciento, tiene una buena opinión del movimiento “Las vidas negras importan”, mientras que el 45 por ciento también apoyan el movimiento “Las vidas azules importan”, el cual defiende al personal de la policía. Una mayoría cree que el aborto debe ser legal en casi todos los casos; incluso entre los latinos republicanos, cuatro de cada diez personas rechazan la decisión de la Corte Suprema de anular la sentencia del caso Roe contra Wade. El apoyo a “Las vidas negras importan” y al derecho al aborto es impulsado principalmente por los jóvenes. Al preguntarles con quién están más de acuerdo en el caso de la política sobre el control de armas, el 49 por ciento dijo que con los demócratas, mientras que el 34 por ciento afirmó que con los republicanos.
En repetidas ocasiones, los republicanos que intentan ganarse a los electores latinos han descrito a los demócratas como elitistas y alejados de la realidad, pero la encuesta indica que esta estrategia está teniendo un éxito limitado.
Casi seis de cada 10 votantes latinos siguen viendo al Partido Demócrata como el partido de la clase trabajadora. Aunque los republicanos blancos se consideran de modo uniforme como el partido de la clase trabajadora, incluso algunos republicanos latinos creen que esa es una característica de los demócratas. Además, en la encuesta no se obtuvieron pruebas de que los republicanos estuvieran teniendo un mejor desempeño entre la población latina sin estudios universitarios ni entre los latinos de las zonas rurales, dos grupos demográficos fundamentales a los que han querido acercarse. Uno de cada cuatro votantes latinos de las zonas rurales sigue sin decidir por quién votar en noviembre.
Los demócratas han sido criticados con contundencia por su aceptación del término Latinx, que tiene el propósito de ser más inclusivo que las palabras “latino” y “latina”, las cuales marcan el género. Encuestas anteriores han revelado que solo una pequeña minoría de votantes latinos prefieren ese término. Pero la encuesta indicaba que Latinx no es, en absoluto, el tema más polarizador; solo el 18 por ciento señaló que ese término le parecía ofensivo.
La encuesta del Times/Siena, realizada a 1399 votantes registrados en todo el país, incluida una sobremuestra de 522 votantes hispanos, se llevó a cabo por teléfono con operadores en directo del 6 al 14 de septiembre de 2022. El margen de error de muestreo es de más o menos 3,6 puntos porcentuales para la muestra completa y de 5,9 puntos porcentuales entre los votantes hispanos. Las tabulaciones cruzadas y la metodología están disponibles para todos los votantes registrados y para los votantes hispanos.
Nate Cohn colaboró en este reportaje.
Jennifer Medina es una reportera de política nacional y cubre las actitudes políticas y el poder con énfasis en el oeste estadounidense. Originaria del sur de California, ha pasado varios años cubriendo la región para la sección Nacional. @jennymedina
Jazmine Ulloa cubre política nacional desde Washington. Antes de unirse al Times, trabajó en The Boston Globe, Los Angeles Times y varios periódicos en Texas, su estado natal. @jazmineulloa
Source: Elections - nytimes.com