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¿Biden ha cumplido con las promesas que hizo en su campaña de 2020?

Detener la construcción del muro fronterizo, permitir que Medicare negocie el precio de los medicamentos y acabar con la pena de muerte fueron algunos de sus compromisos para llegar a la Casa Blanca.

En plena campaña de reelección del presidente Joe Biden, los demócratas han proclamado una serie de logros durante su mandato. En ocasiones, Biden ha recordado que su predecesor, Donald Trump, no cumplió del todo sus promesas.

Pero, como todos los políticos, se ha enfrentado a la realidad de que hacer campaña y gobernar son dos cosas muy distintas, sobre todo en un gobierno dividido. Aunque Biden ha cumplido algunas de las promesas que hizo en 2020, no todas se han materializado a tres años de su elección.

Por un lado, Biden ratificó el compromiso de Estados Unidos con el Acuerdo de París, un pacto internacional destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; revocó el permiso para el oleoducto Keystone XL, que habría transportado petróleo de Canadá a Nebraska, y aumentó los subsidios federales para las personas que compran planes conforme a la Ley de Atención Médica Accesible. Por otra parte, ha sido incapaz de impulsar en el Congreso estadounidense una legislación sobre el derecho al voto o la prohibición de las armas de asalto y su ambicioso plan de condonar la deuda a los estudiantes fue rechazado por completo por la Corte Suprema.

A continuación, una muestra de algunos de los compromisos de la campaña presidencial de Biden de 2020 y en qué punto se encuentran.

Algunas de las promesas de Biden en 2020:

  • Inmigración
  • Impuestos
  • Atención médica
  • Educación
  • Cambio climático
  • Justicia penal
  • Política exterior

LO QUE SE DIJO

“No se construirá ni un metro más de muro en mi gobierno”.

—En una entrevista de 2020 en NPR

Al postularse a la presidencia, Biden hizo del muro fronterizo de Trump una parte central de su campaña. En su primer día en el cargo, anunció que ponía fin a la declaración de emergencia nacional que se había utilizado para destinar recursos a la construcción del muro.

Pero en las últimas semanas, el gobierno de Biden ha manejado con ligereza una serie de leyes para permitir la construcción de nuevas barreras en Texas, a lo largo de la frontera suroeste. La medida se produce en el contexto de un aumento en el número de migrantes que cruzan la frontera sin autorización, lo que altera de manera drástica las presiones políticas sobre Biden.

Biden ha sostenido la postura de que un muro fronterizo es ineficaz. Pero declaró que el financiamiento se consignó para el muro fronterizo en 2019 y que el Congreso no reasignaría esos fondos —a pesar de los pedidos públicos del gobierno para que lo hiciera— lo cual quiere decir que el financiamiento tenía que usarse para ese propósito. Una ley de 1974 obliga al presidente a gastar el dinero según las instrucciones del Congreso, y los funcionarios de la Casa Blanca han dicho que la única manera de evitarlo era presentar una demanda, algo que el gobierno de Biden decidió no hacer.

Antes del anuncio reciente, el gobierno autorizó que se completen algunas brechas pequeñas en el muro.

LO QUE SE DIJO

“Poner fin a las políticas de asilo perjudiciales de Trump”.

—Sitio web de la campaña de 2020.

Durante su campaña de 2020, Biden criticó en público la estrategia migratoria del gobierno de Trump y argumentó que había desafiado la tradición estadounidense al tratar de “restringir drásticamente el acceso al asilo en Estados Unidos”. Pero su gobierno también ha intentado limitar el proceso de asilo para disminuir la migración no autorizada.

En mayo, el gobierno promulgó una norma que presume que la mayoría de los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera desde México entre los puertos de entrada no son elegibles para el asilo. La norma descalifica a la mayoría de los solicitantes si entraron a Estados Unidos sin cita previa en un punto de entrada oficial o no pueden demostrar que buscaron protección legal en otro país por el que cruzaron.

Al igual que el gobierno de Trump, Biden ha tratado de limitar el proceso de asilo para desalentar la migración no autorizada.Verónica G. Cárdenas para The New York Times

La norma tiene sus excepciones: no aplica a los menores no acompañados ni a migrantes que puedan demostrar que su vida estaba en peligro inminente, por ejemplo, pero los críticos dicen que el criterio es similar al de Trump.

Respecto a la cuestión de la inmigración en general, los aliados de Biden en el Congreso propusieron un proyecto de ley en 2021 que habría transformado el sistema migratorio, pero en última instancia fracasó. Hasta principios de este año, también se mantuvo en vigor el Título 42, una regla sanitaria de la época de la pandemia que promulgó el gobierno de Trump para expulsar con rapidez a los inmigrantes que cruzaran ilegalmente al país.

LO QUE SE DIJO

“Les garantizo, palabra de un Biden, que ninguna persona que gane menos de 400.000 dólares pagará un solo centavo de impuestos. Ni un centavo”.

—Durante un mitin de campaña en octubre de 2020

Biden no les ha aumentado los impuestos a los contribuyentes dentro de ese umbral, como prometió. Pero sí se ha centrado en aumentar los impuestos a las empresas y a quienes ganan más de 400.000 dólares. Por ejemplo, el presupuesto que propuso para el año fiscal 2024, incluye un aumento a la tasa de impuesto para Medicare del 3,8 al 5 por ciento para los ingresos superiores a 400.000 dólares.

No obstante, esa “no es la historia completa”, afirmó William McBride, vicepresidente de política fiscal federal de la Tax Foundation, un laboratorio de ideas derechista.

McBride señaló que algunos análisis estiman que los aumentos de impuestos a las empresas podrían tener un efecto indirecto en toda la escala de ingresos, ya que la carga suele repercutir, al menos en parte, en los consumidores y los trabajadores, por ejemplo, a través de salarios o valores bursátiles más bajos. Aunque los cálculos difieren, un análisis de la Tax Foundation de 2022 llegó a la conclusión de que, a largo plazo, la Ley de Reducción de la Inflación podría reducir los ingresos después de impuestos en torno a un 0,2 por ciento para la mayoría de los grupos de ingresos, incluidos los que ganan menos de 400.000 dólares.

LO QUE SE DIJO

“El plan de Biden derogará la legislación existente que le prohíbe de manera explícita a Medicare negociar precios más bajos con las corporaciones farmacéuticas”.

—Sitio web de la campaña de 2020

Como presidente, Biden sí promulgó una ley que autorizaba al gobierno federal a negociar precios más bajos de algunos medicamentos para los beneficiarios de Medicare, pero sin derogar la ley vigente, sino añadiendo una excepción.

Esa medida formaba parte de la Ley de Reducción de la Inflación aprobada en 2022. La Oficina Presupuestaria del Congreso ha calculado que el programa podría ahorrarle al gobierno unos 100.000 millones de dólares en una década. Los fabricantes de medicamentos han presentado múltiples demandas en un intento por detener el programa de fijación de precios de medicamentos.

LO QUE SE DIJO

“Lo que voy a hacer es aprobar Obamacare con una opción pública, para convertirla en Bidencare”.

—Durante un debate de octubre de 2020

Desde que asumió el cargo, Biden no ha tomado medidas formales para hacer realidad esta propuesta. De hecho, desde entonces, ha mencionado muy pocas veces su promesa de una opción pública, lo cual le daría a los estadounidenses la posibilidad de inscribirse a un plan de salud administrado por el gobierno.

“Es justo decir que el presidente Biden no ha impulsado con fuerza la idea de una opción pública desde que llegó al cargo”, comentó Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de política sanitaria de KFF, un grupo sin fines de lucro centrado en política sanitaria.

La primera propuesta presupuestaria de Biden, para el año fiscal 2022, abordaba su deseo de una opción pública, aunque con pocos detalles. Conseguir que el Congreso apruebe una opción pública sería, como sucede con algunas otras propuestas de campaña, un gran desafío.

LO QUE SE DIJO

“Invertir en nuestras escuelas para eliminar la brecha de financiamiento entre distritos blancos y no blancos, y distritos ricos y pobres”.

—Sitio web de la campaña de 2020

Para lograr este objetivo, Biden propuso triplicar la financiación del Título I, que proporciona ayuda a las escuelas locales para beneficiar a los estudiantes de bajos ingresos. Durante la presidencia de Biden, el financiamiento de las subvenciones del Título I ha aumentado, pero de manera más modesta: en torno a un 11 por ciento, aunque sus defensores afirman que el impulso se ha visto atenuado por la inflación y el aumento de las inscripciones. Las propuestas del gobierno de aumentos mucho mayores han fracasado en el Congreso.

Dado el tamaño del programa Título I —18.400 millones de dólares en el año fiscal 2023— triplicar el financiamiento en tres años mediante el proceso de asignaciones “no es realista”, dijo Sarah Abernathy, directora ejecutiva de Committee for Education Funding.

Mientras que la Casa Blanca ha propuesto un aumento adicional en la financiación del Título I, un plan de los republicanos de la Cámara de Representantes ha pedido recortes severos.

Biden propuso triplicar la financiación del Título I, que proporciona ayuda a las escuelas locales para beneficiar a los estudiantes de bajos ingresos.Logan R. Cyrus para The New York Times

En su promesa de subsanar las diferencias entre los distritos, la campaña de Biden para 2020 citó a un grupo educativo ya desaparecido, que había evaluado las discrepancias en ese momento. Los expertos no conocían ningún análisis actual que ofreciera una comparación directa.

Pero la financiación del Título I por sí sola no puede resolver estas carencias, porque los distritos escolares se financian mayoritariamente a nivel estatal y local, según Noelle Ellerson Ng, directora ejecutiva adjunta de defensa y gobernanza de AASA, la Asociación de Superintendentes de Distritos Escolares.

LO QUE SE DIJO

“Como presidente, Biden tratará de avanzar en este tema con la promulgación de leyes que garanticen que todas las personas trabajadoras, incluidos los que asisten a la escuela medio tiempo y los ‘dreamers’ (los adultos jóvenes que llegaron a Estados Unidos en la infancia), puedan ir a la universidad comunitaria durante un máximo de dos años de manera gratuita”.

“Hacer que los colegios y las universidades públicas sean gratuitas para todas las familias cuyos ingresos son inferiores a 125.000 dólares anuales”, sitio web de la campaña de 2020

El gobierno de Biden no ha conseguido hacer realidad estas promesas, aunque sí ha propuesto dedicarles fondos.

Por ejemplo, en su plan de presupuesto para el año fiscal 2024, el gobierno solicitó 90.000 millones de dólares a lo largo de 10 años para que los dos primeros años de la universidad comunitaria fueran gratuitos.

Además, el gobierno pidió dos años de “matrícula subsidiada” para los estudiantes de familias con ingresos inferiores a 125.000 dólares y, en específico, para los estudiantes que asisten a universidades históricamente negras u otras universidades que reciben a estudiantes de minorías.

LO QUE SE DIJO

“Ya no se perforarán las tierras federales, punto”.

—Durante febrero de 2020 en un evento municipal

Contrario al compromiso de Biden en campaña, su gobierno aprobó formalmente en marzo un proyecto de perforación petrolera en Alaska conocido como Willow. El gobierno hizo hincapié en que limitó el proyecto, ya que rechazó dos de los cinco lugares de perforación propuestos e hizo que la empresa que lo promovía devolviera al gobierno unas 27.518 hectáreas de arrendamientos existentes.

Desde entonces, Biden anunció una prohibición a la perforación de más de 5 millones de hectáreas de zonas naturales en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska y canceló los arrendamientos de perforación en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.

En cuanto a otras medidas relacionadas con el cambio climático, la Ley de Reducción de la Inflación supuso una gran inversión en energías limpias, incluso mediante lucrativos incentivos fiscales que, según algunos datos, contribuyeron a estimular la inversión privada. Y el gobierno propuso normativas para limitar la contaminación de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas existentes.

LO QUE SE DIJO

“Como presidente, Biden trabajará con los gobernadores y alcaldes del país para apoyar el despliegue de más de 500.000 nuevos puntos de recarga públicos para finales de 2030”.

—Sitio web de la campaña de 2020

Con determinación, Biden ha presionado para ayudar a acelerar el cambio del país al uso de vehículos eléctricos, incluso mediante la propuesta de normas ambientales. También firmó leyes para invertir en estaciones de carga. Las leyes bipartidistas de infraestructura del 2021 incluyeron 7500 millones de dólares para construir esas estaciones.

La Casa Blanca ha declarado que Estados Unidos está en vías de alcanzar 500.000 cargadores para 2030, aunque no especificó si esa estimación se refiere al total de cargadores públicos o a nuevos cargadores públicos, como decía el objetivo de la campaña.

Con determinación, Biden ha presionado para ayudar a acelerar el cambio del país a los vehículos eléctricos.Gabby Jones para The New York Times

Algunos expertos afirmaron que incluso alcanzar la meta de 500.000 estaciones de carga públicas será un desafío, aunque no imposible. “Es técnicamente factible alcanzar el objetivo, pero no será fácil”, comentó Kenneth Gillingham, profesor de Economía Medioambiental y Energética de la Universidad de Yale.

Sin embargo, según algunas estimaciones, alcanzar los 500.000 cargadores públicos en 2030 no es suficiente. Un informe reciente de Alliance for Automotive Innovation, un grupo comercial, afirma que hoy se necesitan más de 530.000 cargadores, antes de que se produzca el aumento previsto en la adopción de vehículos eléctricos.

LO QUE SE DIJO

“Como no podemos tener la certeza que decidamos correctamente siempre en estos casos, debemos eliminar la pena de muerte”.

—En X, plataforma antes conocida como Twitter, en julio de 2019

Biden no ha eliminado la pena de muerte, para lo cual sería necesaria una ley. Su gobierno ha tomado algunas medidas para reducir el uso de la pena capital, pero algunos que se oponen a ella han dicho que Biden no ha actuado con suficiente agresividad.

En 2021, el procurador general Merrick Garland impuso una moratoria a las ejecuciones federales después de que el gobierno de Trump reanudó la práctica tras un lapso de casi dos décadas sin ejecuciones. Durante la gestión de Garland, el Departamento de Justicia no ha solicitado la pena de muerte en nuevos casos.

Dicho esto, los fiscales federales también se negaron a cambiar de rumbo en un caso iniciado en el gobierno de Trump que buscaba la pena de muerte para un hombre que mató a ocho personas en un ataque con camión en Manhattan en 2017. El sospechoso, Sayfullo Saipov, fue finalmente sentenciado este año a cadena perpetua después de que un jurado no se pusiera de acuerdo sobre si imponer la pena de muerte.

El departamento también ha trabajado para mantener las penas de muerte existentes, como la impuesta a Dzhokhar Tsarnaev, condenado a muerte por su participación en los atentados del maratón de Boston de 2013.

LO QUE SE DIJO

“Usar el poder de clemencia del presidente para asegurar la liberación de individuos que enfrentan sentencias indebidamente largas por ciertos delitos no violentos y de drogas”, sitio web de la campaña de 2020

Biden ha cumplido este compromiso, utilizando por primera vez el poder de clemencia en 2022, ya que conmutó las penas de 75 infractores por delitos de drogas y concedió tres indultos. Meses después, indultó a miles de personas condenadas por posesión de marihuana, según la ley federal.

LO QUE SE DIJO

“Regresaré a los soldados de combate en Afganistán a casa durante mi primer mandato”.

—En respuesta a un cuestionario de 2020 de The New York Times

Biden cumplió este compromiso, ya que retiró a Estados Unidos de Afganistán en agosto de 2021 y dio por concluida la guerra más larga de la historia estadounidense, aunque el final fue caótico y mortal. La retirada ya se estaba gestando desde el gobierno de Trump.

LO QUE SE DIJO

“Si Teherán regresa al cumplimiento del acuerdo, el presidente Biden volverá a ratificar el acuerdo y utilizará una diplomacia dura y el apoyo de nuestros aliados para fortalecerlo y ampliarlo, al tiempo que presionaría con mayor eficacia contra las otras actividades desestabilizadoras de Irán”, sitio web de la campaña de 2020

Biden se refería al acuerdo nuclear iraní de 2015, un acuerdo destinado a limitar el programa nuclear de Irán a cambio de la reducción de las sanciones. El gobierno de Trump se retiró del acuerdo en 2018. A pesar de más de un año de negociaciones tras la elección de Biden, Estados Unidos e Irán no lograron reincorporarse al acuerdo.

Hace poco, el gobierno de Biden anunció nuevas sanciones contra Irán. La decisión se produjo al expirar una medida de las Naciones Unidas asociada al acuerdo nuclear, y también tras el ataque sorpresa del 7 de octubre contra Israel por parte de Hamás, que recibe apoyo de Irán.



Source: Elections - nytimes.com


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