La votación tuvo sorpresas, entre ellas que Sergio Massa, ministro de Economía, tuvo más votos. El candidato peronista se enfrentará a Javier Milei, un economista libertario, en el balotaje.
Tras dos elecciones, la contienda presidencial argentina se dirige ahora a su ronda decisiva, en la que los dos candidatos más votados competirán por liderar un país en el que la gente está desesperada por un cambio de rumbo en la economía.
Se trata de Javier Milei, economista libertario de extrema derecha y comentarista de televisión que ha aceptado de buena gana las comparaciones con Donald Trump, y Sergio Massa, ministro de Economía de Argentina, de centroizquierda, y el encargado de gestionar una economía con una inflación anual de casi el 140 por ciento.
Milei fue el candidato más votado en las elecciones primarias, que se realizaron en agosto, y durante meses había liderado las encuestas, pero en la votación del domingo Massa fue el claro vencedor. Obtuvo casi el 37 por ciento de los votos, frente al 30 por ciento de Milei, resultados que los llevan a un balotaje el 19 de noviembre.
Aquí presentamos cinco conclusiones de la votación del domingo y el camino que le queda a Argentina por recorrer.
Milei está en una posición más endeble de lo que se esperaba
El domingo, Milei partía como claro favorito, y algunos integrantes de su campaña predijeron que podría ganar las elecciones desde la primera vuelta.
Sin embargo, esa noche obtuvo casi exactamente el mismo porcentaje de votos que en las elecciones primarias, y ahora se enfrenta a un contrincante, Massa, que parece mucho más fuerte de lo que se pensaba.
Milei ha conseguido mucha atención por sus promesas de transformar de manera radical el gobierno y la economía argentinos con un plan para eliminar el banco central del país y sustituir su moneda por el dólar estadounidense.
Pero los analistas afirmaron que su estilo político impetuoso, que le ha ganado comparaciones con Trump y Jair Bolsonaro, el expresidente derechista de Brasil, probablemente alejó a muchos votantes del centro político.
“Los partidarios que hicieron memes de él con Bolsonaro y Trump no le hicieron un favor”, dijo Brian Winter, un analista de política latinoamericana quien también ha sido periodista en Argentina. “Los argentinos quieren un cambio con desesperación, pero no hay suficiente demanda para ese estilo de conservadurismo”.
Massa obtuvo el mayor porcentaje de votos desde la política tradicional
Massa tiene una experiencia de dos décadas en la política argentina y es el nuevo líder del movimiento peronista, el cual ha dominado la política en Argentina durante décadas y ha ganado nueve de las últimas 12 elecciones presidenciales libres y justas.
Luego de que quedara en tercer lugar en las primarias, la poderosa maquinaria política peronista se desplegó con fuerza el domingo. La participación general aumentó desde agosto en ocho puntos porcentuales, a casi el 78 por ciento el domingo, y ese aumento pareció beneficiar en gran medida a los peronistas, ya que el apoyo al movimiento aumentó desde las primarias en más de nueve puntos porcentuales.
“El peronismo se asustó y jugó mucho mas unificado”, dijo María Esperanza Casullo, politóloga de la Universidad Nacional de Río Negro, en Argentina. “Todo el mundo hizo lo posible para ganar estas elecciones, y en las provincias donde les había ido muy mal, repuntaron”.
Massa también aprovechó su cargo como ministro de Economía e impulsó varias políticas para impulsar su candidatura, entre ellas, programas que devuelven el impuesto sobre las ventas a algunos trabajadores y eliminan el impuesto sobre la renta para otros.
La gran perdedora de las elecciones podría ser la ya frágil economía argentina
Estas exenciones fiscales podrían ayudar a Massa a ganar las elecciones, pero son medidas cuestionables en un país que ya está en quiebra y atraviesa una de sus peores crisis económicas en años.
La pobreza aumenta, la inflación se acerca al 140 por ciento y el valor del peso argentino se desploma. Este caos económico le ha dado a Milei una posibilidad a la presidencia, a pesar de su inexperiencia, pero algunos economistas temen que sus propuestas de políticas radicales, como la dolarización de la economía, perjudiquen aún más a una economía ya frágil.
Sin embargo, Massa lleva más de un año al frente de la economía argentina, justo cuando la situación se ha deteriorado, y su plataforma no incluye planes para cambiar el rumbo de manera significativa. De hecho, ha prometido mantener algunas políticas económicas que los economistas conservadores critican, como las grandes subvenciones al gasto energético de los residentes.
Aun así, Massa se ha mostrado en general más favorable al mercado que otros dirigentes peronistas, y como en las elecciones del domingo los peronistas obtuvieron el mayor número de escaños en el Congreso argentino (aunque aún están lejos de ser mayoría), tendrá mucha más capacidad para gobernar que Milei, dijo Martín Rapetti, economista argentino.
¿Cómo gobernaría? “Acá entramos en terreno conjetural”, dijo Rapetti. “Massa no ha dicho nada concreto respecto a su programa económico”.
La candidata que los mercados favorecían más —Patricia Bullrich, una exministra de Seguridad de derecha— quedó eliminada de la contienda el domingo.
Las próximas cuatro semanas serán una pelea por los votantes de Bullrich
Aunque Bullrich está fuera de la contienda, aún podría decidir la presidencia.
A pesar de quedar en tercer lugar, Bullrich obtuvo el 24 por ciento de los votos, y la gran pregunta de la elección es hacia dónde se inclinarán sus 6,2 millones de votantes.
Se cree que Milei, como conservador, tiene una ventaja entre esos votantes, y en su discurso del domingo por la noche criticó a los peronistas. Es poco probable que muchos de sus partidarios, tras años de políticas peronistas fracasadas, apoyen a Massa.
Sin embargo, muchos otros partidarios de Bullrich son centristas y, para ellos, Milei podría resultar demasiado extremista.
La contienda sigue estando abierta
Aunque Massa ganó el domingo, su victoria no está para nada garantizada en la segunda vuelta.
Existe un sentimiento antiperonista muy extendido en Argentina tras años de escándalos de corrupción y crisis económicas, y Massa tiene además la limitante de haber sido ministro de Economía en una economía en problemas.
“Los países no suelen elegir ministros de Economía que están al mando durante una inflación del 140 por ciento”, dijo Winter. “Pero tampoco suelen elegir a personas como Javier Milei”.
Milei parece haber llegado a un límite de votantes que realmente quieren que sea presidente. Ahora debe convencer a la mayoría de los electores indecisos para que opten por su visión de un cambio drástico para un país que lleva mucho tiempo resistiéndose al cambio.
Ambos candidatos apelaron a la moderación en sus discursos del domingo por la noche e intentarán abrir sus puertas a los partidos políticos que quedaron eliminados de el balotaje. Queda mucha campaña por delante.
Lucía Cholakian Herrera colaboró con información.
Jack Nicas es el jefe de la corresponsalía en Brasil, que abarca Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Anteriormente reportó sobre tecnología desde San Francisco y, antes de integrarse al Times en 2018, trabajó siete años en The Wall Street Journal. Más de Jack Nicas
Source: Elections - nytimes.com