Conclusiones de las elecciones estatales en el este de Alemania

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El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, o AfD, tuvo una noche muy exitosa en dos estados del este de Alemania el domingo. Casi un tercio de los electores votaron por el partido, cuyos capítulos estatales han sido clasificados como “extremistas confirmados” por la inteligencia nacional alemana.

Pero aunque un partido de extrema derecha tenga tanto éxito en dos estados alemanes menos de ocho décadas después del final de la Alemania nazi es simbólicamente tenso, es probable que solo tenga un impacto limitado en la política nacional alemana. Aunque el domingo un número récord de votantes acudió a las urnas en los dos estados, solo alrededor del 7 por ciento de todos los alemanes podía votar.

Tampoco se espera que la AfD encuentre aliados fácilmente. Todos los demás partidos que obtuvieron escaños en las cámaras estatales el domingo se han comprometido a no colaborar con la extrema derecha, en una estrategia que alienará aun más a los votantes de extrema derecha, pero que pretende garantizar la estabilidad democrática en el gobierno.

Aun así, las elecciones tendrán efectos dominó difíciles de predecir, sobre todo en el éxito de un partido de extrema izquierda que no existía el año pasado. En Turingia, el más pequeño de los dos estados, casi la mitad de los votantes se decantaron por partidos extremistas, lo que obligará a los partidos a hacer difíciles concesiones en las próximas semanas si sus líderes quieren crear un gobierno estable y operativo.

En Sajonia, donde la Unión Cristianodemócrata (CDU) obtuvo el primer puesto, las cosas son algo más sencillas, en parte porque los Verdes y los Socialdemócratas podrían conservar un papel en un gobierno minoritario.