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    This Is All Joe Biden’s Fault

    Kamala Harris lost the election this week, but I mostly don’t blame her. At least, I don’t blame her because of anything she did recently. Since she became the unofficial nominee in July, she played a difficult hand about as well as she could have, running a disciplined campaign that sought to reassure Americans about the economic issues that trouble them most, in a political environment that was very rough for Democrats and for incumbent parties around the world.But where did that bad hand come from? It was dealt to her by two people: President Biden, who produced a governing record she could not effectively defend or run away from; and herself, with all the toxic position-taking she did in 2019, generating endless attack ad fodder for Donald Trump. And Mr. Biden even bears blame for Ms. Harris’s pre-2020 baggage, since he put her on the ticket in full awareness that she was carrying it.In his own campaign rhetoric, Mr. Biden focused on the idea that democracy itself was on the ballot this year. But if democracy was on the ballot, his actions should have matched his rhetoric at every turn to ensure Democrats would win the election. Instead, he prioritized his own ego and profile.His electoral instincts weren’t always so misguided. During the 2020 primary campaign, Mr. Biden seemed to understand that the left-wing fever dreams that drove that Democratic cycle were electorally hazardous. So, unlike Ms. Harris, he never pledged to ban fracking or abolish private health insurance. He never even filled out the A.C.L.U. questionnaire that prompted Ms. Harris to support federally funded gender-transition surgery for prisoners and detained immigrants.After winning the nomination, Mr. Biden made his first big mistake that would set Democrats on a path with no route to win the 2024 election: He selected Ms. Harris as his running mate.Perversely, Ms. Harris’s apparent weakness as a potential presidential candidate was an asset to Mr. Biden. It helped insulate him from calls to step aside. The case for him running again was simple, and I even made it myself, before June’s disastrous debate: Ms. Harris had run a terrible campaign in 2019, and at the time she regularly polled worse than he did; if Mr. Biden did not seek re-election, it was highly likely that she would end up as the nominee; therefore, he had better run again.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    Luego de la derrota de Harris, los demócratas buscan a quién culpar

    Un Partido Demócrata deprimido y desmoralizado está iniciando el doloroso camino hacia un futuro en gran medida fuera del poder, mientras sus líderes se enfrentan a lo mucho que subestimaron el resurgimiento de Donald Trump en la nación.El repudio nacional al partido dejó atónitos a muchos demócratas que habían expresado una confianza “nauseabunda” sobre sus posibilidades en las últimas semanas de la contienda. Mientras rebuscaban entre los restos de sus derrotas, no encontraron respuestas fáciles a por qué los votantes rechazaron tan decisivamente a sus candidatos.En más de dos decenas de entrevistas, legisladores, estrategas y funcionarios ofrecieron una letanía de explicaciones sobre el fracaso de la vicepresidenta Kamala Harris, y casi todas ellas encajaban perfectamente en sus nociones preconcebidas de cómo ganar en política.Las críticas discretas, en llamadas telefónicas, chats grupales y sombrías reuniones de equipo, fueron un anticipo entre bastidores de la batalla intrapartidista que se avecina, una en la que los demócratas caerían rápidamente en las desavenencias ideológicas que han definido a su partido durante gran parte de la era Trump.Lo indiscutible fue lo mal que les fue a los demócratas. Perdieron la Casa Blanca, cedieron el control del Senado y parecían abocados a la derrota en la Cámara de Representantes. Obtuvieron peores resultados que hace cuatro años en ciudades y suburbios, pueblos rurales y ciudades universitarias. Un primer análisis de los resultados realizado por el New York Times reveló que la inmensa mayoría de los más de 3100 condados del país se habían inclinado hacia la derecha desde la victoria del presidente Biden en 2020.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    On the Ballot, Abortion Rights Proved More Popular Than Kamala Harris

    In states like Arizona and Nevada, some voters split their tickets, supporting abortion rights measures while also backing Donald Trump.Democrats headed into the election hoping that abortion rights initiatives would drive support for Kamala Harris in states where the measures appeared on the ballot, including two presidential swing states, Arizona and Nevada.But while the ballot measures, broadly put, performed well on Tuesday, succeeding in seven out of 10 states, Ms. Harris and other Democrats underperformed them across the map.In both Arizona and Nevada, more than 60 percent of voters approved measures to enshrine abortion rights in their state constitutions, though more votes remained to be counted on Thursday. But Donald J. Trump appeared on track to win both states, according to New York Times estimates. Abortion rights initiatives also passed in Missouri and Montana, two states Mr. Trump won easily.Even as a growing share of women said abortion access was central to their vote, pre-election polling suggested that it wasn’t voters’ top concern overall. Fifteen percent of likely voters in an October national New York Times/Siena College poll said abortion was the most important issue in their vote for president, but roughly twice as many listed the economy, or inflation.The voters who cited abortion as their top concern favored Ms. Harris, 88 percent to 11 percent, and the voters who prioritized economic issues favored Mr. Trump, 72 percent to 24 percent.In states where the ballot measures passed but Mr. Trump won or was leading, voters had, in effect, split their tickets, supporting abortion rights in their states while also backing a candidate who took credit for overturning Roe v. Wade, which had established a nationwide right to abortion. Ms. Harris had made protecting abortion rights a central theme of her campaign.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    Lo que los votantes de Estados Unidos le están diciendo a las élites

    Hemos entrado en una nueva era política. Durante los últimos 40 años, más o menos, hemos vivido en la era de la información. Quienes pertenecemos a la clase educada decidimos, con cierta justificación, que la economía posindustrial sería construida por gente como nosotros, así que adaptamos las políticas sociales para satisfacer nuestras necesidades.Nuestra política educativa impulsó a muchos hacia el camino que nosotros seguíamos: universidades de cuatro años para que estuvieran calificados para los “trabajos del futuro”. Mientras tanto, la formación profesional languidecía. Adoptamos una política de libre comercio que llevó empleos industriales a países de bajo costo para que pudiéramos concentrar nuestras energías en empresas de la economía del conocimiento dirigidas por personas con títulos universitarios avanzados. El sector financiero y de consultoría creció como la espuma, mientras que el empleo manufacturero se marchitaba.Se consideró que la geografía no era importante: si el capital y la mano de obra altamente calificada querían concentrarse en Austin, San Francisco y Washington, en realidad no importaba lo que ocurriera con todas las demás comunidades que quedaron olvidadas. Las políticas migratorias facilitaron que personas con un alto nivel educativo tuviesen acceso a mano de obra con salarios bajos, mientras que los trabajadores menos calificados se enfrentaban a una nueva competencia. Viramos hacia tecnologías verdes favorecidas por quienes trabajan en píxeles, y desfavorecimos a quienes trabajan en la industria manufacturera y el transporte, cuyo sustento depende de los combustibles fósiles.Ese gran sonido de piezas en movimiento que has oído era la redistribución del respeto. Quienes ascendían en la escala académica eran aclamados, mientras que quienes no lo hacían se volvían invisibles. La situación era especialmente difícil para los hombres jóvenes. En la secundaria, dos tercios de los alumnos del 10 por ciento superior en las clases son chicas, mientras que aproximadamente dos tercios de los alumnos del decil inferior son chicos. Las escuelas no están preparadas para el éxito masculino; eso tiene consecuencias personales de por vida, y ahora también a nivel nacional.La sociedad funcionó como un vasto sistema de segregación, elevando a quienes estaban mejor dotados académicamente por encima de todos los demás. En poco tiempo, la brecha de los diplomas se convirtió en el abismo más importante de la vida estadounidense. Los graduados de secundaria mueren nueve años antes que las personas con estudios universitarios. Mueren seis veces más por sobredosis de opiáceos. Se casan menos, se divorcian más y tienen más probabilidades de tener un hijo fuera del matrimonio. Tienen más probabilidades de tener obesidad. Según un estudio reciente del American Enterprise Institute, el 24 por ciento de quienes han terminado como mucho la preparatoria no tienen amigos cercanos. Tienen menos probabilidades que los graduados universitarios de visitar espacios públicos o unirse a grupos comunitarios y ligas deportivas. No hablan en la jerga adecuada de justicia social ni mantienen el tipo de creencias sofisticadasi que son marcadores de virtud pública.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    New Yorkers Pass an Equal Rights Amendment Tied to Abortion Access

    A ballot measure in New York designed to safeguard protections for abortion and for those most vulnerable to discrimination was passed on Tuesday, according to The Associated Press.The measure, known as Proposition 1 and the Equal Rights Amendment, was intended to codify abortion rights in the State Constitution by including “pregnancy, pregnancy outcomes and reproductive health care and autonomy” as a protected class.The amendment bars discrimination based on an expanded set of conditions, adding ethnicity, age, disability, sexual orientation, gender identity and pregnancy. The State Constitution had only prohibited unequal treatment based on race, color, creed and religion.The measure was fiercely opposed by Republicans and anti-abortion activists including a Schlitz beer scion, who spent $6.5 million to defeat it. It was also opposed by the New York State Sheriffs’ Association, which warned that its protections against gender discrimination could create challenges for law enforcement.Democrats had hoped that the ballot initiative would help boost turnout by energizing voters who care about abortion rights. Public sentiment in New York appeared to be on the ballot’s side: A recent Siena College poll shows that some 69 percent of New Yorkers approve of the amendment.Republicans blanketed the airwaves with messaging against the proposal.Some of the most heated attacks centered on the protections the amendment would offer to transgender people — particularly transgender girls, who many Republicans believe should not be allowed to play on sports teams with cisgender girls.Much like abortion, protections for transgender people already exist in New York State law. The purpose of the amendment is to make it harder for any future legislature to make laws that would erode those protections.But opponents said the initiative would go further, claiming that it would allow children to obtain gender-affirming care without parental involvement and extend voting rights to undocumented immigrants. Neither is true, according to the New York City Bar Association. More

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    Elecciones en Estados Unidos 2024 en vivo: ¿Trump o Harris? Los votantes deciden

    Collegeville, Pa.Noah Throop/The New York TimesAtlantaAudra Melton for The New York TimesBrooklyn, N.Y.Graham Dickie/The New York TimesDetroitReutersHamtramck, Mich.Emily Rhyne/The New York TimesPhoenixJon Cherry for The New York TimesPhiladelphiaBen Von Klemperer via StoryfulMiamiScott McIntyre for The New York TimesPhiladelphiaMichelle Gustafson for The New York TimesCharlottesville, Va.Dixville Notch, N.H.Ryan David Brown for The New York TimesYancey County, N.C.Dillon Deaton for The New York TimesPhiladelphiaErin Schaff/The New York TimesGrand Rapids, Mich.Doug Mills/The New York TimesMoosic, Pa. Ruth Fremson/The New York TimesReading, Pa.Doug Mills/The New York TimesPhiladelphiaErin Schaff/The New York TimesPittsburghDoug Mills/The New York Times📌 Estas son las últimas noticiasEl martes concluye una campaña presidencial divisiva, caótica y agotadora, en la que los votantes se disponen a elegir a la primera mujer que lidere Estados Unidos en sus 248 años de historia o a devolver a la Casa Blanca a un expresidente que pasó por dos juicios políticos y ha trastornado la política y la cultura estadounidenses al tiempo que moldeaba el Partido Republicano a su imagen y semejanza.Tanto si los estadounidenses se decantan por Kamala Harris, la vicepresidenta demócrata, como por Donald Trump, el expresidente republicano, los votantes estarán haciendo historia: Harris sería la primera mujer elegida a la Casa Blanca; Trump sería el primer delincuente convicto en sentarse en el Despacho Oval.Esta jornada electoral pone fin a una campaña emocionalmente agotadora que ha personificado toda la disfunción y polarización de la política estadounidense. Hasta el final, casi todos los sondeos realizados en los siete estados de tendencia electoral incierta mostraban que la contienda era un cara o cruz. La votación anticipada puso de manifiesto el intenso interés del electorado, mientras Trump y Harris realizaban sus últimas rondas por los estados en disputa, que terminaron el lunes en Pensilvania para Harris y a primera hora del martes en Michigan para Trump.“Necesitamos que todo el mundo vote, Pensilvania, ustedes marcarán la diferencia en estas elecciones”, dijo Harris en su discurso final, tras una gira por cinco ciudades del estado. “Ustedes marcarán la diferencia”.Trump, dirigiéndose a sus partidarios en Pittsburgh el lunes por la noche, descartó las encuestas que mostraban una carrera reñida mientras instaba a sus votantes a acudir a las urnas. “Dejen que todo el mundo piense que va a estar apretadísimo”, dijo. “Lo esté o no, tienen que salir y aturdirlos”.No menos desconcertante es cuándo quedará claro quién ganó las elecciones. Si los sondeos son correctos, y la contienda está así de reñida, podrían pasar días antes de que se conozca al próximo presidente o presidenta. Si los sondeos se equivocan, el país podría despertarse el miércoles por la mañana sabiendo quién sucederá al presidente Joe Biden en la Casa Blanca.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    Elecciones en Estados Unidos 2024, en vivo: Harris y Trump en su último día de campaña

    East Lansing, Mich.Erin Schaff/The New York TimesLititz, Pa.Doug Mills/The New York TimesEast Lansing, Mich.Erin Schaff/The New York TimesMacon, Ga.Doug Mills/The New York TimesDetroit, Mich.Nick Hagen for The New York TimesHazle Township, Pa.Eric Lee/The New York TimesDetroit, Mich.Nick Hagen for The New York TimesKinston, N.C.Doug Mills/The New York TimesPontiac, Mich.Emily Elconin for The New York TimesEast Lansing, Mich.Erin Schaff/The New York TimesLititz, Pa.Doug Mills/The New York Times📌 Mañana es el día de las elecciones. Estas son las últimas noticiasLa tumultuosa campaña presidencial de 2024 —en la que el presidente demócrata en funciones se retiró semanas antes de la convención de nominación de su partido y el candidato republicano sobrevivió a dos intentos de asesinato— concluye el lunes en un ambiente de extrema ansiedad e incertidumbre.El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris pasarán la mayor parte de su último día en Pensilvania, el estado de tendencia incierta que, con sus 19 votos electorales, se ha considerado casi desde el principio crítico para ganar la Casa Blanca.Los candidatos embarcarán en sus aviones de campaña bajo la sombra de un aluvión de encuestas finales que dan a entender que la contienda está pareja. El último sondeo del New York Times y el Siena College sobre Pensilvania, publicado el domingo, revela un empate, con el apoyo de ambos candidatos del 48 por ciento de los votantes probables.Para Trump, es una oportunidad de recuperar la Casa Blanca después de haber sido expulsado en 2020, un resultado que intentó anular. Para Harris, es una oportunidad de demostrar sus credenciales políticas después de una campaña inusualmente corta que le dio poco tiempo para ponerse al día y presentarse a los votantes.Trump comenzará el día con un mitin en Carolina del Norte antes de dirigirse a Pensilvania para dos mítines, en Reading y Pittsburgh, y después celebrará su acto final de campaña en Grand Rapids, Michigan, como hizo en 2016 y 2020. Harris está en Pensilvania desde la mañana hasta la noche, con actos en Scranton, Reading, Allentown y Pittsburgh. El mitin final de su campaña es en Filadelfia.Promete ser un final de carrera frenético. Han pasado 720 días desde que Trump anunció que volvería a postularse, 106 días desde que Biden puso fin a su propia campaña y 91 días desde que Harris se aseguró la nominación demócrata.We are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More

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    A Vivid Trump-Harris Contrast in the Campaign’s Grueling Final Days

    As Kamala Harris visited a church in Detroit on the last Sunday of the campaign, Donald J. Trump told supporters that he “shouldn’t have left” the White House after the 2020 election.It was the final Sunday of the campaign for president, and Vice President Kamala Harris and Donald J. Trump were continuing to race across battleground states in their search for support. But in message and demeanor, Ms. Harris, the Democrat, and Mr. Trump, the Republican, could not have been more different.Ms. Harris began her day at a Black church in Detroit where she told congregants that the nation was “ready to bend the arc of history toward justice,” invoking the words of the Rev. Dr. Martin Luther King Jr. Mr. Trump began his at an outdoor rally at an airport in Pennsylvania where, his shoulders slumped and his voice subdued, he threw out his prepared remarks to tell supporters that he “shouldn’t have left” the White House after his loss to President Biden in 2020.The dueling scenes offered a contrast that captured just how differently these two candidates were using the final days of a campaign that a last round of polls suggested remained as tight as it was when their contest began in August.Mr. Trump went to Lititz, Pa., where, after announcing he was discarding his prepared speech so the “truth” could come out, he proceeded to deliver dark, rambling and at times angry remarks in which he attacked polls, assailed Democrats as “demonic,” and suggested he would not mind if reporters were shot.“To get to me, somebody would have to shoot through fake news, and I don’t mind that much, ’cause, I don’t mind. I don’t mind,” he said as he called attention to the bulletproof glass barriers that have surrounded him at outdoor rallies since he was shot in July in an assassination attempt in Butler, Pa.Vice President Kamala Harris stopped at a Black-owned barbershop in Pontiac, Mich., on Sunday.Emily Elconin for The New York TimesWe are having trouble retrieving the article content.Please enable JavaScript in your browser settings.Thank you for your patience while we verify access. If you are in Reader mode please exit and log into your Times account, or subscribe for all of The Times.Thank you for your patience while we verify access.Already a subscriber? Log in.Want all of The Times? Subscribe. More