More stories

  • in

    Los votantes del sur de Florida reflexionan sobre el caso de Trump

    Los sentimientos encontrados entre algunos residentes sobre el expresidente y el caso en su contra reflejan la complicada política del estado.Como votante registrada en el condado de Palm Beach, Florida, Bette Anne Starkey sabe que existe la posibilidad de que la elijan para formar parte de un jurado en el caso penal federal contra el expresidente Donald Trump. Pero a pesar de que ha votado dos veces por Trump, en realidad no sabe cómo actuaría si fuese miembro del jurado que podría analizar el caso.Haciéndose eco del propio Trump, Starkey, una contadora de 81 años, usó la frase “cacería de brujas” en una entrevista para describir la acusación federal contra el expresidente, la cual lo acusa de sustraer de forma deliberada documentos clasificados de la Casa Blanca. Pero también le cuesta entender por qué Trump no devolvió los documentos cuando se los pidieron, y eso es parte de su indignación latente con el presidente número 45.“Estoy harta de escuchar sobre todas sus artimañas”, dijo.Sus comentarios reflejan los sentimientos complejos que Trump puede suscitar en estos días incluso entre los republicanos que votaron por él. Pero Starkey también es un reflejo de la política complicada y volátil del sur de Florida, el terreno de Trump, y el grupo de jurados que ofrece.El diverso y densamente poblado sur de Florida será el lugar donde se convocará a un jurado para juzgar la inocencia o culpabilidad de Trump si el caso llega a juicio, aunque no se ha determinado ni el lugar exacto del juicio ni el grupo de jurados.Partidarios del expresidente se reunieron el domingo cerca de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.Saul Martinez para The New York TimesEl caso se presentó en la división judicial de West Palm Beach del Distrito Sur de Florida, lo que significa que el jurado podría ser seleccionado entre los votantes registrados en el condado de Palm Beach, hogar del resort Mar-a-Lago de Trump, donde ha vivido desde que dejó la Casa Blanca. En 2020, Trump perdió en el condado de Palm Beach ante el presidente Biden por casi 13 puntos porcentuales.Pero un grupo de jurados compuesto por votantes del condado de Miami-Dade, al sur de Palm Beach, también es una posibilidad, en particular si se determina que el juzgado federal en Miami, donde se espera que Trump haga una comparecencia inicial el martes, está mejor equipado para organizar el que probablemente será uno de los juicios penales más importantes en la historia de Estados Unidos.Trump perdió en Miami-Dade por solo siete puntos en las últimas elecciones y obtuvo un fuerte apoyo de los votantes hispanos en particular; más de dos tercios de los residentes del condado se identifican como hispanos, según datos del censo.Sin embargo, ambos condados se han vuelto más republicanos en los últimos años, y los candidatos de ese partido han tenido un éxito notable en las contiendas estatales. Trump ganó en Florida tanto en 2016 como en 2020, y el estado eligió dos veces al gobernador Ron DeSantis, quien es el principal rival de Trump para la candidatura presidencial republicana.Todo esto debería ofrecer cierto consuelo a los miembros del equipo de defensa de Trump, quienes saben que solo se necesita un voto para que el resultado sea un jurado dividido. Además, muchos habitantes del sur de Florida, al igual que estadounidenses en otras partes del país, creen que Trump es víctima de un trato injusto por parte de fuerzas poderosas en la izquierda política.George Cadman, un agente de bienes raíces de 54 años y padre de dos hijos, dijo que no ha seguido de cerca las noticias en los últimos meses. Afirmó que no había oído nada sobre los cargos federales contra Trump, lo que lo convierte, en cierto sentido, en un buen candidato para servir como jurado.El caso se presentó en la división de West Palm Beach del Distrito Sur de Florida, lo que significa que el jurado podría ser seleccionado entre los votantes registrados en el condado de Palm Beach, donde está el resort Mar-a-Lago de Trump. Saul Martinez para The New York TimesPero Cadman, que vive en el condado de Miami-Dade, en el sur, también dijo que apoya a Trump “100 por ciento” y que cree que las investigaciones previas sobre el expresidente tuvieron motivaciones políticas. Tras agregar que cree que la interferencia electoral de Rusia en 2016 y el escándalo sobre Trump y Ucrania fueron engaños, dijo que “sería muy cauteloso al tomar una decisión sobre lo que pienso al respecto”, refiriéndose al nuevo caso contra Trump.(En una llamada telefónica posterior, Cadman dijo que por mucho que le gustaba Trump, planeaba votar por el presidente Biden en 2024, porque el aumento del valor de las propiedades había beneficiado su trabajo como agente de bienes raíces).Muchos de los cubanoestadounidenses del sur de Florida aprendieron por las malas, durante y después de la Revolución Cubana, sobre el impacto de la política incluso en las vidas apolíticas. Y para algunos de los conservadores entre ellos, como Modesto Estrada, un empresario jubilado que llegó a Miami hace 18 años, vale la pena apoyar a Trump como un poderoso freno para los demócratas y las políticas liberales que, según Estrada, están “arruinando el país” pues disuaden a la gente de trabajar.Estrada, de 71 años, señaló que también se había descubierto que Biden y el ex vicepresidente Mike Pence tenían documentos gubernamentales confidenciales en su poder. (Sin embargo, Biden hasta ahora, a todas luces, ya devolvió los documentos a las autoridades tras descubrirlos, al igual que Pence). Al igual que muchas personas entrevistadas, Estrada confesó que le resultaría difícil ser un jurado imparcial en el caso.“Desde mi perspectiva personal, hasta el momento, no tienen nada contra él”, dijo sobre Trump. “Y no le va a pasar nada. No va a ir a la cárcel. El caso se va a desmoronar y eso es lo que espero que suceda”.Así como Estrada afirmó que su experiencia con una dictadura de izquierda había influido en su esperanza de que Trump sea declarado inocente, Viviana Domínguez, de 63 años, se refirió a su propia experiencia en su Argentina natal, la cual estuvo gobernada por una dictadura militar de derecha de 1976 a 1983, cuando expresó su aversión a Trump.Modesto Estrada apoya a Trump. “El caso se va a desmoronar y eso es lo que espero que suceda”, afirmó, sobre los cargos.Saul Martinez para The New York TimesDomínguez, una restauradora de arte que ha vivido en Miami durante 13 años, calificó a Trump como una “vergüenza” y agregó: “Creo que irá a la cárcel, pero no sé si eso sea una ilusión”.Domínguez describió el caso de los documentos y la todavía considerable base de apoyo de Trump, en términos de una inquietante flexibilización de los estándares cívicos. “Vimos todo eso en mi propio país, cuando las mentiras se hicieron cada vez más grandes”, afirmó. “El margen de tolerancia se hizo cada vez más amplio, de modo que nunca veías el límite. Hablaban de moralidad y de la familia, pero eran las personas más corruptas y obscenas del mundo. Es como un estado de locura”.Roderick Clelland, un veterano de la guerra de Vietnam de 78 años, de West Palm Beach, la ciudad más poblada del condado de Palm Beach, dijo que le preocupaban las implicaciones internacionales de lo que sentía que había sido una actitud laxa de Trump hacia los secretos nacionales.“El mundo entero nos está mirando”, afirmó Clelland. “Y algunos de esos documentos sobre otros países… ¿van a confiar en nosotros? La gente ha sido encarcelada por menos que eso. Así que no puedes simplemente violar la ley y salirte con la tuya. Por eso espero que haya un castigo”.Clelland tuvo cuidado de señalar que no odiaba a Trump. “Pero no me gusta su comportamiento y su actitud”, dijo.A pesar de haber votado dos veces por Trump, Starkey, quien es secretaria del Club Republicano de Palm Beaches, dijo que nunca ha sido una gran admiradora. Pero tanto en 2016 como en 2020, no pudo decidirse a apoyar al candidato más liberal. Por estos días está pensando en votar por Nikki Haley, exembajadora de las Naciones Unidas y exgobernadora republicana de Carolina del Sur. Aclaró que solo hablaba a título personal y no en nombre de su club.Sin embargo, Starkey dijo que la acusación formal contra Trump parecía una estrategia partidista en un momento en que la política estadounidense carece de gran parte de la cortesía entre los dos partidos que recuerda con cariño del pasado. Afirmó que esa era una de las razones por las que tendría dificultades si la eligieran para ser un eventual jurado en el caso. “¿Estás segura de que tienes todos los hechos a favor y en contra?”, se preguntó.Starkey dijo que estaba harta del drama que rodeaba la acusación y que sabía que muchas otras personas pensaban igual que ella.“Solo quiero que todo esto desaparezca”, dijo.Richard Fausset es un corresponsal radicado en Atlanta. Escribe sobre política, cultura, raza, pobreza y el sistema penal del sur de Estados Unidos. Antes trabajó para Los Angeles Times, donde fue corresponsal en Ciudad de México. @RichardFausset More

  • in

    n South Florida, Voters Ponder Trump

    The complicated feelings among some residents about Mr. Trump and the case against him reflect the complicated politics of the state. As a registered voter in Palm Beach County, Fla., Bette Anne Starkey knows there is a possibility she could be chosen to serve on a jury in the federal criminal case against former President Donald J. Trump. But even though she is a two-time Trump voter, she cannot really say how she would lean as a juror weighing the case.Echoing Mr. Trump himself, Ms. Starkey, an 81-year-old bookkeeper, used the phrase “witch hunt” in an interview to describe the federal indictment against the former president, which accuses him of knowingly removing classified documents from the White House. But she also struggles to understand why Mr. Trump did not simply return the documents when asked for them, part of her simmering irritation with the 45th president.“I’m sick of hearing about all of his shenanigans,” she said.Her comments reflect the complicated feelings that Mr. Trump can elicit these days even among Republicans who voted for him. But Ms. Starkey is also a reflection of the equally complicated, volatile politics of South Florida, Mr. Trump’s home turf, and the jury pool it offers.It is in diverse, densely populated South Florida that a jury of Mr. Trump’s peers will be called upon to judge his innocence or guilt if the case ever goes to trial, although the exact trial location and jury pool have not been determined.Supporters of the former president gathered near Mar-a-Lago in Palm Beach, Fla., on Sunday.Saul Martinez for The New York TimesThe case was filed in the West Palm Beach court division of the Southern District of Florida, meaning the jury may be selected from registered voters in Palm Beach County, home to Mr. Trump’s Mar-a-Lago resort, where he has lived since leaving the White House. Mr. Trump lost Palm Beach County to President Biden by nearly 13 percentage points in 2020.But a jury pool made up of Miami-Dade County voters, to the south of Palm Beach, is also a possibility, particularly if it is determined that the federal courthouse in Miami, where Mr. Trump is expected to make an initial appearance on Tuesday, is best equipped to accommodate what will likely be one of the highest-profile criminal trials in American history.Mr. Trump lost Miami-Dade by only about seven points in the last election, getting strong support from Hispanic voters in particular; more than two-thirds of the county’s residents identify as Hispanic, according to census data.Both counties, however, have grown more Republican in recent years, and Republican candidates have had significant success in statewide races. Mr. Trump won Florida in both 2016 and 2020, and the state has twice elected Gov. Ron DeSantis, currently Mr. Trump’s main rival for the Republican presidential nomination.All of this should offer some comfort to members of Mr. Trump’s defense team, who know it takes only one vote to result in a hung jury. And many South Floridians, like Americans elsewhere in the country, believe that Mr. Trump is a victim of unfair treatment by powerful forces on the political left.George Cadman, 54, is a real estate agent and father of two who said he has not been following the news closely over the last few months. He said he had not heard about the federal charges against Mr. Trump — making him, in some sense, a good candidate for jury service.The case was filed in the West Palm Beach division of the Southern District of Florida, meaning the jury may be selected from registered voters in Palm Beach County, home to Mr. Trump’s Mar-a-Lago resort.Saul Martinez for The New York TimesBut Mr. Cadman, who lives in southern Miami-Dade County, also said he supports Trump “100 percent” and that he believes previous investigations of Mr. Trump were politically motivated. Adding that he believes Russia’s 2016 election interference and the scandal about Mr. Trump and Ukraine were hoaxes, he said, “I would be very leery on making a decision on what I think about it,” he said, referring to the new case against Mr. Trump.(In a subsequent phone call, Mr. Cadman said that as much as he loved Mr. Trump, he planned to vote for President Biden in 2024, because rising property values had been good for his job as a real estate agent.)Many of South Florida’s Cuban Americans learned the hard way, during and after the Cuban Revolution, about the impact of politics on even apolitical lives. And for some of the conservatives among them, like Modesto Estrada, a retired businessman who arrived in Miami 18 years ago, Mr. Trump is worth supporting as a powerful brake on Democrats and liberal policies that Mr. Estrada said were “ruining the country” by discouraging people from working.Mr. Estrada, 71, noted that Mr. Biden and former Vice President Mike Pence had also been found to have sensitive government documents in their possession. Like many people interviewed, he said he would have a hard time being an impartial juror in the case.“From my personal perspective, up till now, they don’t have anything on him,” he said of Mr. Trump. “And nothing’s going to happen to him. He’s not going to jail. The case is going to fall apart and that’s what I’m hoping.”Just as Mr. Estrada said his experience with a left-wing dictatorship has colored his hope that Mr. Trump is found not guilty, Viviana Dominguez, 63, referred to her own experience in her native Argentina, which was ruled by a right-wing military dictatorship from 1976 to 1983, as she expressed her dislike of Mr. Trump.Modesto Estrada supports Mr. Trump. “The case is going to fall apart and that’s what I’m hoping,” he said about the charges.Saul Martinez for The New York TimesMs. Dominguez, an art conservator who has lived in Miami for 13 years, called Mr. Trump an “embarrassment,” adding, “I think he’s going to go to jail, but I don’t know if that’s wishful thinking.”She described the documents case, and Mr. Trump’s still-considerable base of support, in terms of an unsettling loosening of civic standards. “We saw all that in my own country, when the lies kept getting bigger and bigger,” she said. “The margin of tolerance kept getting wider and wider, so that you never saw the limit. They would talk of morality and of the family, but they would be the most corrupt, the most obscene people anywhere. It’s like a state of madness.”Roderick Clelland, a 78-year-old Vietnam veteran from West Palm Beach, the most populous city in Palm Beach County, said he was worried about the international implications of what he saw as Mr. Trump’s lax attitude toward sensitive national secrets.“The whole world is watching us.” Mr. Clelland said. “And some of those documents about other countries — are they going to trust us? People have been locked up for less than that. So you can’t just violate the law and get away with it. So I hope there is a penalty.”Mr. Clelland was careful to note that he did not hate Mr. Trump. “But I don’t like his behavior and his attitude,” he said.Despite voting for Mr. Trump twice, Ms. Starkey, the bookkeeper, said she has never been a big fan. But in both 2016 and 2020, she could not bring herself to support the more liberal candidate. These days, she is thinking about voting for Nikki Haley, the former United Nations ambassador and Republican governor of South Carolina.Still, Ms. Starkey said the indictment of Mr. Trump seemed like a partisan move at a time when American politics is lacking much of the comity between the two parties that she remembers fondly from the past. It was one reason, she said, that she would have a hard time if she were picked for an eventual jury in the case: “Do you trust that you’re getting all the facts for and against?” she wondered.She said she was exasperated with the drama surrounding the indictment — and knew there were many others like her.“I just want it to go away,” she said.@Verónica Soledad Zaragovia contributed reporting from Palm Beach County, Fla. More