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    Elecciones en Rusia: las activistas llevan la violencia doméstica a la agenda electoral

    Las mujeres de mediana edad son votantes clave para el partido gobernante, que ha ignorado a las víctimas de la violencia de género.MOSCÚ — Sentada en la estrecha cocina de su sede suburbana en Moscú, Alyona Popova apuntó hacia el complejo de edificios de ladrillo de cinco pisos que tiene al lado y explicó por qué la violencia doméstica está en el centro de su campaña por una curul en la Duma, la Cámara Baja del Parlamento de Rusia.“En cada puerta de entrada, tenemos una historia de violencia doméstica”, dijo Popova. “Justo ahí, tenemos a dos abuelas a las que acaban de golpear sus parientes. En la que viene después, tenemos a una madre con tres hijos. A ella la golpea su marido. Y allá, tenemos a una madre golpeada por su hijo”.Mientras hace campaña por todo el ducentésimo quinto distrito electoral, un área de clase trabajadora en la periferia oriental de Moscú, Popova les implora a las mujeres que se rebelen contra el partido en el poder, Rusia Unida, del presidente Vladimir Putin, el cual ha reducido las protecciones para las mujeres a lo largo de varios años. En la antesala de las elecciones de este fin de semana, Popova ha presentado el asunto en términos urgentes y en el primer lugar de su plataforma de campaña se encuentra una propuesta para que todas las leyes relacionadas con la violencia doméstica estén sujetas a sanciones penales.De acuerdo con el análisis que Popova realizó de datos que recabó la agencia nacional de estadística de Rusia, hay más de 16,5 millones de víctimas de violencia doméstica cada año. Entre 2011 y 2019, más de 12.200 mujeres murieron a manos de sus parejas o parientes, es decir dos terceras partes de las mujeres asesinadas en Rusia, según un estudio.“Esta es nuestra realidad; la única palabra que podemos usar es ‘epidemia’”, opinó Popova, abogada y activista de 38 años que se está postulando por el partido liberal Yablojo, aunque no es integrante de sus filas.Las luces encendidas de un complejo habitacional de la era soviética en el vecindario de Pervomayskaya en MoscúEmile Ducke para The New York TimesHay evidencia de que muchos rusos coinciden con ella. Una encuesta de 2020 que realizó el Centro Levada, una organización independiente, reveló que casi el 80 por ciento de los encuestados cree que es necesaria una legislación que frene la violencia doméstica. Una petición que inició Popova para apoyar esa ley obtuvo un millón de firmas.Sin embargo, ¿los simpatizantes votarán? Y en una Rusia autoritaria, donde los resultados de las elecciones en esencia están predestinados, ¿marcarán una diferencia?Incluso en un país en el que las mujeres representan el 54 por ciento de la población, la violencia doméstica en su mayor parte sigue sin ser un asunto que motive a los votantes y queda en segundo plano detrás de problemas como la corrupción, el aumento de los precios al consumidor, la falta de oportunidades económicas y la pandemia de la COVID-19.“Para nuestros votantes, este problema está en el lugar 90”, comentó el vicepresidente de la Duma, Pyotr O. Tolstoy, quien busca un segundo periodo con Rusia Unida.Tolstoy se burló de las insinuaciones de que las mujeres podrían abandonar a su partido, el cual controla 336 de las 450 curules de la Duma. En efecto, las mujeres son una parte fundamental de la base de votantes de Rusia Unida. En parte esto se debe a que ocupan la mayoría de los trabajos del sector público en campos como la enseñanza, la medicina y la administración, es decir que sus ingresos a menudo dependen del sistema político en el poder.Mientras salía de una estación de metro una tarde reciente, Irina Yugchenko, de 43 años, también expresó su escepticismo en torno a la atención que le ha puesto Popova a la violencia doméstica. “Claro, sin duda debe haber una ley, pero, si les pasa a las mujeres más de una vez, tenemos que preguntarnos por qué”, comentó, haciendo eco de una opinión común en Rusia. “Si mis amigas tuvieran este problema no lo tolerarían”.Yugchenko dijo que no había decidido por quién votar y dudaba que las elecciones produjeran algún cambio, y agregó con cinismo: “No es la primera vez que votamos”. Un estudio de julio de 2021 encontró que tan solo el 22 por ciento de los encuestados planeaba votar, la cifra más baja en 17 años.Un repartidor de folletos del partido Rusia Unida frente a las elecciones legislativas de 2021 de este fin de semana.Emile Ducke para The New York TimesDurante la última década, Putin y su partido se han vuelto cada vez más conservadores en sus políticas sociales. Cuando se agravó el conflicto de Rusia con Occidente, el Kremlin comenzó a promocionarse como el baluarte de las estructuras familiares y apoyó actitudes reaccionarias hacia los rusos de la comunidad LGBTQ.En 2016, el gobierno etiquetó de “agente extranjero” al Centro ANNA con sede en Moscú, el cual ofrece ayuda legal, material y psicológica a las mujeres que enfrentan problemas de abuso. Ese título acarrea connotaciones negativas e impone requisitos onerosos. El año pasado, el gobierno designó a otro grupo, Nasiliu.net (“No a la violencia”), como agente extranjero.En 2017, los representantes de la Duma votaron 380 a 3 para que se despenalizara de forma parcial la violencia doméstica y la redujeron a una infracción administrativa si ocurre no más de una vez al año. Si el daño da como resultado moretones o sangrado, pero no huesos rotos, se castiga con una multa de tan solo 5000 rublos (68 dólares), poco más de lo que se paga por estacionarse en un lugar prohibido. Solo las lesiones como las contusiones y los huesos rotos, o los ataques repetidos en contra de un familiar, generan cargos penales. No hay ningún instrumento legal para que la policía expida órdenes de alejamiento.El borrador de una ley en contra de la violencia doméstica que fue propuesto en 2019 produjo un debate en la Duma, pero a final de cuentas fue modificado tanto que sus primeros partidarios, entre ellos Popova, quedaron “horrorizados”. Nunca se sometió a votación.Sin embargo, en años recientes, varios casos dramáticos han detonado la indignación, por eso el asunto ha empezado a tener potencial político. En un caso famoso de 2017, el esposo de Margarita Gracheva le cortó ambas manos con un hacha, meses después de que ella empezó a pedir protección de la policía. (Más tarde, él fue sentenciado a 14 años de cárcel. Gracheva ahora es presentadora de un programa de la televisión estatal sobre violencia doméstica).“Por fin este problema obtuvo tanta atención que se convirtió en un asunto político”, comentó Marina Pisklakova-Parker, directora del Centro ANNA.En abril, la Corte Constitucional de Rusia les ordenó a los legisladores que modificaran el código penal para castigar a los perpetradores de violencia doméstica repetitiva y concluyó que las protecciones para las víctimas y los castigos para los agresores eran insuficientes. Además, las agrupaciones activistas han registrado repuntes de violencia doméstica relacionados con la pandemia de la COVID-19.La Duma no ha actuado.Muchos votantes de Rusia Unida aprecian los vales gubernamentales que se conceden a las madres. Las prestaciones se han ampliado recientemente a las mujeres con un solo hijo, en un intento de Moscú por aumentar la decreciente tasa de natalidad del país.Pero eso no sustituye a una protección elemental, dijo Oksana Pushkina, una popular presentadora de televisión que entró en la Duma con Rusia Unida en 2016 y que hizo de la lucha contra la violencia doméstica una de sus prioridades.Oksana Pushkina hizo de la lucha contra la violencia doméstica una de sus prioridadesEmile Ducke para The New York Times“Todas estas son medidas de apoyo que están diseñadas para dejar a la mujer en casa, y no crear oportunidades para su autorrealización e independencia económica”, dijo. “De este modo, las autoridades cubren las necesidades básicas de las mujeres rusas, a cambio de su lealtad política. Pero este gasto gubernamental no es para nada una inversión social”.Pushkina, que defendió la ley de violencia doméstica en la Duma, no fue invitada a presentarse a un segundo mandato.“Aparentemente, Rusia Unida y la gente de la gestión presidencial me consideraron demasiado independiente, y a la agenda pro-feminista demasiado peligrosa”, dijo.Expertos y sobrevivientes afirman que gran parte de la oposición al proyecto de ley de 2019 estaba desinformada, ya que muchos opositores afirmaban erróneamente que si se imponía una orden de alejamiento, un hombre podría perder su propiedad, o que los niños podrían ser retirados de las familias.“Tienen miedo de que vuelva la época de Stalin, cuando la gente delataba a sus vecinos”, dijo Irina Petrakova, una asistente de recursos humanos que sobrevivió a siete años de abusos por parte de su exmarido. Dijo que denunció 23 incidentes a las autoridades en ocho ocasiones, pero que su esposo no ha pasado ni un solo día en la cárcel.“Tienen miedo de que vuelva la época de Stalin, cuando la gente delataba a sus vecinos”,  dijo Irina Petrakova.Emile Ducke para The New York TimesElla, Gracheva y otras dos mujeres han demandado a Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por no haberlas protegido.Petrakova, que también trabaja como orientadora, dijo que apoyaba a Popova, cuyo distrito es adyacente al suyo. Pero se encogió de hombros cuando se le preguntó si la negativa de Rusia Unida a combatir la violencia doméstica podría alejar a las mujeres del partido. Muchas votantes, dijo, habían vivido la turbulenta década de 1990 y apreciaban la estabilidad.Tenía en sus planes votar, pero dijo que no había candidatos dignos en su distrito.“Si pudiera votar contra todos, lo haría”, dijo.En Rusia, la mayoría de la oposición ha sido encarcelada, exiliada o tiene prohibido postularse a las elecciones de este fin de semana. El domingo, en una pequeña reunión celebrada en un parque con un electorado potencial, Popova, quien tiene como rivales a otros diez candidatos, mencionó que estaba comprometida a participar en las elecciones hasta donde le fuera posible, aunque haya una competencia desleal.Además, dijo sentirse optimista en relación con encuestas que su equipo mandó a hacer, las cuales mostraron un fuerte apoyo a su favor de parte de las mujeres cuya edad oscila entre los 25 y los 46 años.“Esto quiere decir que las mujeres se están uniendo por el futuro, por un cambio”, comentó Popova. “Esta es la mejor victoria que podemos imaginar durante nuestra campaña”.Dos mujeres jóvenes en el público dijeron que planeaban votar por ella.“Para las mujeres de una generación de mayor edad, tal vez sea normal ver violencia doméstica”, comentó Maria Badmayeva, de 26 años. “Pero en la generación más joven somos más progresistas. Pensamos que los valores que defiende Alyona son esenciales”.El centro de Moscú con el muro del Kremlin y la catedral de San Basilio al fondo. Este fin de semana se celebran las elecciones a la Duma rusa.Emile Ducke para The New York TimesAlina Lobzina colaboró con este reportaje.Valerie Hopkins es corresponsal en Moscú. Anteriormente cubrió Europa Central y del Sureste durante una década, más recientemente para el Financial Times. @Valeriein140 More

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    Abortion Arrives at the Center of the American Political Maelstrom

    The Supreme Court’s decision not to block a Texas law banning most abortions left Republicans eager to replicate it. Democrats reeled, but sensed a winning issue in coming elections.WASHINGTON — The Supreme Court’s decision not to block a Texas law sharply curtailing abortions abruptly vaulted the issue to the forefront of American politics on Thursday, reshaping the dynamics of elections in California this month, in Virginia in November and in midterms next year that will determine control of Congress and statehouses.Republicans hailed the court’s 5-to-4 decision, explained in a one-paragraph middle-of-the-night ruling, as a tremendous victory, allowing a nearly complete ban on abortions to stand in the nation’s second-largest state.For Democrats, it was a nightmare come true: A conservative Supreme Court, led by three appointees of former President Donald J. Trump, had allowed a highly gerrymandered, Republican-controlled state legislature to circumvent Roe v. Wade, the half-century-old decision that enshrined abortion as a constitutional right.Suddenly, supporters of abortion rights found themselves grappling not only with the political and policy failures that had led to this point, but also with the prospect that other Republican-controlled legislatures could quickly enact copycat legislation. On Thursday, G.O.P. lawmakers in Arkansas, Florida and South Dakota promised to do so in their next legislative sessions.Yet Democrats also embraced the opportunity to force an issue they believe is a political winner for them to the center of the national debate. After years of playing defense, Democrats say the Texas law will test whether the reality of a practical ban on abortions can motivate voters to support them.Senator Catherine Cortez Masto of Nevada, a Democrat up for re-election in 2022, said people in her state had fought to protect women’s reproductive freedom and would vote accordingly. “If a Republican is going to go to Washington to roll those freedoms back, I will make it an issue,” she said in an interview. “I don’t think you should underestimate the impact that this issue has to Nevadans.”Republicans held up the Texas law as an example for the country to follow. “This law will save the lives of thousands of unborn babies in Texas and become a national model,” said Lt. Gov. Dan Patrick of Texas. “I pray that every other state will follow our lead in defense of life.”Gov. Kristi Noem of South Dakota, who is considered a potential Republican candidate for president in 2024, said she had directed her office to “make sure we have the strongest pro-life laws on the books.”Senate Democrats’ campaign arm has signaled that it will use abortion rights as a cudgel against Republicans running in key states like Nevada, where Senator Catherine Cortez Masto faces re-election in 2022.Sarahbeth Maney/The New York TimesThe court’s decision, which did not address the substance of the Texas law, creates new urgency for President Biden and congressional Democrats to do more than issue public statements vowing to defend women’s reproductive rights.“The temperature just got a lot hotter on this issue, and I certainly now expect Congress to join in these fights,” said Gov. Michelle Lujan Grisham of New Mexico, the chairwoman of the Democratic Governors Association. “Our voters expect us all to do more.”Yet Senate Democrats do not have the votes to eliminate the filibuster, which would be necessary to change federal abortion law in the evenly divided chamber.In Washington on Thursday, Democratic leaders dutifully scrambled to show their determination to push back against the possibility that the Texas law could be replicated elsewhere — or to respond if the Supreme Court rolls back abortion rights when it rules on a Mississippi law that seeks to ban most abortions after 15 weeks of pregnancy, two months earlier than Roe and subsequent decisions allow.Speaker Nancy Pelosi promised to bring a vote on the Women’s Health Protection Act, which would effectively codify abortion rights into federal law.And Mr. Biden pledged “a whole-of-government effort” in response to the Texas law, directing the Department of Health and Human Services and the Justice Department to identify possible federal measures to help ensure that women in the state have access to safe and legal abortions.“The highest court of our land will allow millions of women in Texas in need of critical reproductive care to suffer while courts sift through procedural complexities,” Mr. Biden said. “The impact of last night’s decision will be immediate and requires an immediate response.”Vice President Kamala Harris added, “We will not stand by and allow our nation to go back to the days of back-alley abortions.”The first election that could test Democrats’ capacity to energize voters over abortion rights comes on Sept. 14 in California, where voters will determine the fate of Gov. Gavin Newsom, who faces a recall effort. Mr. Newsom warned on Twitter that the Texas abortion ban “could be the future of CA” if the recall were successful.In Virginia, Democratic candidates for the state’s three statewide offices and House of Delegates pounced on the issue on Thursday. Former Gov. Terry McAuliffe, who is running to recapture the office in November, said the fight for abortion rights would help motivate Democratic voters who might be complacent after the party captured full control of state government in 2019 and helped Mr. Biden win the state last year.“We are a Democratic state. There are more Democrats,” Mr. McAuliffe said. “But this is an off-off-year, and getting Democrats motivated to come out, that’s always the big challenge.”Eyeing 2022, the Democrats’ Senate campaign arm has signaled it will use abortion rights as a cudgel against Republicans running in states like Florida, New Hampshire, Nevada and North Carolina. Democrats planning campaigns for governor next year are preparing to brand themselves as the last line of defense on abortion rights, particularly in states with Republican-controlled legislatures.“People are now waking up to the fact that the battle will now be in the states, and they recognize that the only thing, literally the only thing standing in the way of Pennsylvania passing the same ban that Texas just passed, is the veto pen of our Democratic governor,” said Josh Shapiro, the Pennsylvania attorney general, a Democrat who has said he expects to enter the race to succeed Gov. Tom Wolf. “I’ve given up on the politicians in Washington. I don’t think we can count on them anymore.”Former Gov. Terry McAuliffe of Virginia, who is running for his old post this year, believes abortion access will be a motivating factor for voters.Pete Marovich for The New York TimesThough Republicans have long made overturning Roe a central political goal — as a candidate in 2016, Mr. Trump predicted that his eventual Supreme Court appointees would do so — there was still a palpable sense of shock among Democrats. Despite the court’s 6-to-3 conservative majority, many Democrats seemed mentally unprepared for Wednesday’s ruling.“You can’t plan for a blatantly false or unconstitutional court ruling like this,” said Representative Conor Lamb of Pennsylvania, a Democrat who is running for his state’s open Senate seat next year.Understand the Texas Abortion LawCard 1 of 4The most restrictive in the country. More

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    Nicholas Kristof, Times Columnist, Weighs Bid for Oregon Governor

    Nicholas Kristof, the award-winning columnist for The New York Times, is considering running in the Democratic primary race for governor of Oregon.Mr. Kristof, who grew up on a farm in Yamhill, about 25 miles west of Portland, said in a statement that friends were trying to recruit him into the race to replace Gov. Kate Brown, a Democrat who is prevented from running for re-election by term limits. Last month, he decided to take a leave from The Times to consider the possibility of a political campaign.Any bid for governor would most likely be difficult for an outsider, even one with local roots and a national media platform. At least six candidates are considering entering the race, including the state treasurer, the speaker of the state’s House of Representatives, the state attorney general and a top union leader. News of Mr. Kristof’s potential candidacy was earlier reported by The Willamette Week.Mr. Kristof, 62, is known for his coverage of human rights abuses and women’s rights, winning Pulitzer Prizes for his reporting on the Tiananmen Square protests in China and on genocide in Darfur.Last year, he published a book, “Tightrope: Americans Reaching for Hope,” with his wife, Sheryl WuDunn, that explored stories of poverty, addiction and inequality through the stories of several of his childhood schoolmates.He became more involved in managing his family farm two years ago, when he returned to the state with Ms. WuDunn, to transition its business from growing cherries to cider apples and wine grapes.“Although Nick has not made up his mind about whether to pursue a political candidacy, we agreed he’d go on leave from The Times, in accordance with Times standards, after he brought this possibility to our attention last month,” said Danielle Rhoades Ha, a spokeswoman for the newspaper.Mr. Kristof, a Democrat, said in his statement that he was interested in hearing what Oregonians thought about his possible bid.“I have friends trying to convince me that here in Oregon, we need new leadership from outside the broken political system,” he said. “All I know for sure is that we need someone with leadership and vision so that folks from all over the state can come together to get us back on track.” More