“Joe Biden es el presidente”, dijo el gobernador de Florida en una entrevista con NBC News. DeSantis y otros aspirantes republicanos han estado implementando nuevas estrategias contra Donald Trump.
Ron DeSantis, el gobernador de Florida, afirmó claramente en una entrevista reciente que Donald Trump perdió las elecciones de 2020, deslindándose así de la ortodoxia de la mayoría de los votantes republicanos. Esto sucede mientras los rivales republicanos del expresidente prueban nuevas estrategias de ataque contra él para reimpulsar sus campañas.
“Por supuesto que perdió”, dijo DeSantis en una entrevista con NBC News divulgada el lunes. “Joe Biden es el presidente”.
Los comentarios de DeSantis —que, tras tres años de evasivas, constituyen la primera vez que reconoce de manera clara el resultado de las elecciones de 2020— fueron la señal más reciente de que los rivales de Trump tratan de usar sus crecientes problemas legales en su contra. Desde que Trump fue acusado de cargos de conspiración para anular las elecciones de 2020, tanto DeSantis como el ex vicepresidente Mike Pence se han distanciado drásticamente del expresidente por sus acciones que el 6 de enero de 2021 desencadenaron los disturbios en el Capitolio.
La crítica ha sido sutil. Ninguno de los candidatos ha atacado a Trump de manera abierta ni ha sugerido que los cargos estén justificados. En sus comentarios más recientes, DeSantis continuó sugiriendo que las elecciones tuvieron problemas, y dijo que no habían sido “perfectas”. Pero ambos parecen estar buscando maneras de usar la acusación para ejercer presión sobre las debilidades del expresidente y formular argumentos a su favor que incluso los partidarios de Trump tomen en cuenta.
DeSantis también ha estado tratando de reimpulsar su campaña en declive, y sus donantes lo han presionado para que modere sus posturas con el fin de atraer a una audiencia más amplia.
Sin embargo, DeSantis debe encontrar la manera de ganar las elecciones primarias republicanas, en las que Trump tiene una ventaja dominante en las encuestas. Los más recientes comentarios de DeSantis, aunque correctos, podrían enfrentarlo a gran parte de la base republicana: aunque se determinó ampliamente que las elecciones de 2020 fueron seguras, cerca del 70 por ciento de los votantes republicanos afirman que la victoria del presidente Biden no fue legítima, según una encuesta de CNN realizada el mes pasado.
A través de un comunicado, Steven Cheung, portavoz de Trump, dijo que “Ron DeSantis debería dejar de ser el mayor animador de Joe Biden”.
Hasta el momento, de los candidatos más destacados, el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie y Pence son los que se han pronunciado de forma más enérgica contra Trump. La plataforma desde la que se está postulando Christie es explícitamente anti-Trump. Pence ha dicho que el exmandatario merece la “presunción de inocencia”, pero también ha afirmado que, de ser necesario, testificaría en el juicio por los hechos del 6 de enero.
“El pueblo estadounidense merece saber que el presidente Trump me pidió que lo pusiera por encima de mi juramento a la Constitución, pero mantuve mi juramento y siempre lo haré”, le dijo Pence a CNN en una entrevista que se transmitió el domingo. “Y en parte me postulo a la presidencia porque creo que cualquiera que se ponga por encima de la Constitución nunca debería ser presidente de Estados Unidos”.
Pero ninguno de los argumentos parece estar resonando entre los votantes republicanos. Christie tiene alrededor del 2 por ciento de apoyo en las encuestas nacionales, y Pence aún no ha calificado para el primer debate republicano que se celebrará a fines de este mes. En una cena para el Partido Republicano de Iowa a finales del mes pasado, la audiencia abucheó al exrepresentante de Texas Will Hurd, un candidato con pocas posibilidades, luego de que acusó al expresidente de “correr para no ir a prisión”.
En la entrevista de NBC, DeSantis dijo que considera que hubo problemas en la forma en que se realizaron las elecciones de 2020. Citó el uso generalizado de boletas por correo, las donaciones privadas a los administradores electorales por parte del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y los esfuerzos de las empresas de redes sociales para limitar la difusión de informaciones sobre la computadora portátil de Hunter Biden.
“No creo que hayan sido unas elecciones bien hechas”, dijo DeSantis. “Pero también creo que los republicanos no se defendieron. Tienes que defenderte cuando eso está sucediendo”.
DeSantis reconoció el viernes que las falsas teorías conspirativas del exmandatario sobre las elecciones del 2020 argumentando que estuvieron amañadas “no tenían fundamentos”.
En el período previo a las elecciones de mitad de mandato del año pasado, DeSantis hizo campaña a favor de escandalosos negacionistas electorales, como Doug Mastriano, quien se postuló para gobernador en Pensilvania, y Kari Lake, quien lo hizo en Arizona.
Ambos perdieron, al igual que todos sus homólogos más conocidos, lo que demostró que si bien la negación de los resultados de las elecciones presidenciales puede tener buenos resultados en las primarias republicanas, no funciona tan bien en las elecciones generales en los estados disputados. El 60 por ciento de los votantes independientes en todo el país creen que Biden ganó las elecciones de 2020, según la encuesta de CNN, una señal ominosa para los republicanos que aceptan el negacionismo electoral de cara a 2024.
Para los partidarios radicales de Trump, los recientes comentarios de DeSantis sobre las elecciones de 2020 fueron vistos como descalificadores.
“Cualquier político que diga que Donald Trump perdió esas elecciones y que Biden realmente ganó, está acabado”, afirmó Mike Lindell, el fundador de una compañía de almohadas que ha sido un gran promotor de las teorías de conspiración sobre las máquinas electorales, en una entrevista con The New York Times el lunes. “Su campaña básicamente se acaba cuando hacen un comentario como ese”.
Sin embargo, el cambio de DeSantis sirve para reforzar su argumento general contra Trump: que bajo su liderazgo, los republicanos han tenido un mal desempeño en tres elecciones seguidas.
Además, podría ayudar a calmar los temores de algunos de los grandes donantes de DeSantis. Robert Bigelow, quien contribuyó con más de 20 millones de dólares a un súper PAC (sigla en inglés que designa al comité de acción política) que respaldaba a DeSantis, le dijo a Reuters la semana pasada que no dará más dinero a menos que el candidato adopte un enfoque más moderado. La campaña del gobernador está experimentando un déficit de recaudación de fondos y el mes pasado despidió a más de un tercio de su personal.
Como parte del “reimpulso” de su campaña, DeSantis ha salido de su zona de confort mediática en la que solo conversaba con analistas conservadores y presentadores de opinión en Fox News para darle más acceso a los principales medios de comunicación, por lo que ha concedido entrevistas a CNN, CBS, ABC, NBC y The Wall Street Journal. También ha respondido más preguntas de los periodistas en los actos de campaña electoral.
DeSantis ha utilizado esas plataformas para criticar a Trump por su edad, su incapacidad de “drenar el pantano” durante su mandato y por la “cultura de la derrota” que, según DeSantis, se ha apoderado del Partido Republicano bajo el liderazgo de Trump.
“Creo que soy el único candidato actual que puede ganar las primarias, derrotar a Joe Biden y luego cumplir con todas estas cosas que sabemos que deben hacerse”, dijo DeSantis en un evento de la estación televisiva WMUR con votantes de Nuevo Hampshire, la semana pasada.
Sin embargo, también ha defendido sistemáticamente a Trump por los cargos penales. Ha afirmado que representan el uso del gobierno federal como un arma contra un rival político de Biden.
En conjunto, los comentarios de DeSantis sobre el expresidente sugieren que en vez de apresurarse, está avanzando poco a poco hacia una confrontación más directa con Trump. El gobernador nunca lo menciona por su nombre en los discursos de campaña dirigidos a los votantes, y prefiere abordar el tema solo cuando los asistentes a los eventos de su campaña o los periodistas se lo preguntan.
Algunos candidatos que se están postulando para la candidatura republicana ya han confirmado la legitimidad general de las elecciones de 2020.
En una conversación con los votantes el mes pasado, el senador Tim Scott de Carolina del Sur —quien actualmente ocupa el tercer lugar en Iowa, detrás de Trump y DeSantis, según la encuesta más reciente de The New York Times/Siena College— dijo que no creía las elecciones hubieron sido “robadas”.
“Hubo trampa, pero ¿se robaron las elecciones?”, preguntó Scott. “Hay una diferencia”.
Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, ha rechazado las afirmaciones falsas de Trump de que las elecciones fueron robadas, pero ha oscilado entre las críticas y la defensa del expresidente.
Antes de los disturbios en el Capitolio, Haley se negó a reconocer que Trump estaba actuando de manera imprudente o que fue irresponsable al negarse a aceptar la derrota. Pero inmediatamente después criticó de forma severa a Trump y predijo erróneamente que había caído tan bajo que iba a perder cualquier viabilidad política.
En cuestión de meses, Haley volvió a respaldar a Trump, asegurando que el Partido Republicano lo necesitaba. Después de que se hiciera pública la acusación sobre el 6 de enero contra Trump, Haley dijo en un programa de radio de Nuevo Hampshire que de forma premeditada se había abstenido de publicar una declaración porque estaba “cansada de comentar sobre todos los dramas de Trump”.
Vivek Ramaswamy, el millonario de la biotecnología que ha sido un firme defensor de Trump, declaró a través de un comunicado: “Joe Biden prestó juramento como el presidente número 46 de Estados Unidos y, como dije poco después de la toma de posesión, acepto ese resultado”.
Pero agregó: “En realidad, no creo que Joe Biden esté liderando el país. Creo que es un títere de facto de la clase gerencial en el Estado administrativo que lo utiliza como instrumento para lograr sus propios objetivos”.
Al señalar, como lo hizo DeSantis, las quejas sobre la difusión del caso de la computadora portátil de Hunter Biden, Ramaswamy afirmó: “Las grandes empresas de tecnología se robaron las elecciones de 2020”.
Ruth Igielnik, Maya King, Jazmine Ulloa y Nick Corasaniti colaboraron en este reportaje.
Nicholas Nehamas es reportero de campaña y se enfoca en la candidatura del gobernador de Florida, Ron DeSantis. Antes de unirse a The Times, fue periodista de investigación en el Miami Herald. Más sobre Nicolás Nehamas
Alexandra Berzon es una periodista de investigación y ganadora del Premio Pulitzer de la sección de Política. Se enfoca en los sistemas electorales y la votación. Antes fue periodista de investigación en The Wall Street Journal y cubrió la industria de las apuestas y el juego, y la seguridad en el lugar de trabajo. Más sobre Alexandra Berzón
Source: Elections - nytimes.com