Exfuncionarios del gobierno destacan que la postura de Trump tiene “consecuencias absurdas y de gran alcance”.
Casi no hay nada en el texto de la Constitución de Estados Unidos que siquiera respalde de manera remota el más osado argumento de la defensa del expresidente estadounidense Donald Trump contra el cargo de conspiración para anular las elecciones de 2020: que tiene inmunidad absoluta contra cualquier acusación por las acciones realizadas mientras ocupaba el cargo.
La próxima semana, un tribunal federal de apelaciones evaluará los fundamentos expuestos en los alegatos, y el panel considerará factores como la historia, los precedentes y la división de poderes. Sin embargo, como ha reconocido la Corte Suprema, la Constitución en sí misma no aborda de manera explícita el tema de la existencia o el alcance de la inmunidad presidencial.
En su recurso de apelación, Trump señala que el análisis incluyó una disposición constitucional, aunque su argumento no tiene muchos fundamentos legales. Tal disposición, la cláusula relativa al caso de una sentencia por juicio político, estipula que los funcionarios sometidos a juicio político por la Cámara de Representantes y declarados culpables por el Senado todavía pueden quedar sujetos a un procedimiento penal.
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Source: Elections - nytimes.com